MADRID, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Países Bajos ha confirmado estar barajando la viabilidad de alojar a corto plazo a refugiados y solicitantes de asilo en cruceros anclados frente a las costas neerlandesas.
Así lo ha anunciado el ministro de Justicia, Eric van der Burg, a los medios de comunicación tras mantener una reunión para abordar la crisis de solicitantes de asilo a la que se enfrenta Países Bajos.
Según Van der Burg, ya se han encargado tres grandes cruceros, uno de los cuales se ubicará frente a las costas de Velsen, a escasos 20 kilómetros de la capital neerlandesa, Ámsterdam, recoge Dutch News.
Por el momento, las otras dos embarcaciones están a la espera de que se les asigne ubicación, si bien es cierto que la ciudad de Flesinga, en el suroeste del país, ya se había propuesto para tal fin, aunque más tarde retiró su ofrecimiento.
En este punto, los funcionarios neerlandeses están estudiando ahora la viabilidad legal de esta medida pues, con los cruceros en alta mar, se debe garantizar la posibilidad de que los refugiados puedan abandonar las embarcaciones cuando quieran ya que de lo contrario se estaría dando una suerte de cautiverio.
La propuesta ha recibido rápidamente la respuesta de organizaciones neerlandesas para la defensa de los refugiados, como VluchtelingenWerk, que ha denunciado que la "absurda" medida no puede llevarse a cabo.
"No es necesario realizar ninguna investigación para darse cuenta de que esto no es algo que se pueda hacer con las personas que han huido de la guerra y la violencia (...) Recibir refugiados es algo que se hace como sociedad, no en el mar", han aseverado desde la ONG.
Países Bajos atraviesa actualmente una crisis de refugiados y solicitantes de asilo, quienes ante la falta de camas en instalaciones públicas se han visto abocados a dormir a la intemperie en lo que el ministro Van der Burg ha señalado que es "la dura realidad" de la situación que vive Países Bajos.
Por otro lado, el ministro de Justicia ha reconocido que las autoridades están estudiando también la posibilidad de realojar a los refugiados ucranianos, que se hospedan en instalaciones públicas pese a contar con permisos de residencia, que les permiten mudarse a viviendas.