ÁMSTERDAM, 8 Feb. (Reuters/EP) -
Países Bajos ha incrementado la vigilancia del tráfico que cruza sus fronteras, según ha indicado este lunes un miembro del Ejecutivo, tras la decisión adoptada el pasado septiembre de desplegar unidades móviles de guardias fronterizos en las carreteras y líneas férreas para interceptar a los inmigrantes y separarlos de los solicitantes de asilo.
"Esas medidas ayudaron, pero todavía estábamos viendo un creciente número de traficantes que eran detenidos y seguimos viendo que llegan más personas de países seguros, que no pueden recibir asilo", ha explicado el secretario de Estado Klaas Dijkhoff.
Países Bajos recibió 200.000 inmigrantes el año pasado, lo que aumentó el rechazado contra la inmigración en un país que otrora fue conocido por la generosidad de su política de puertas abiertas. En los años 1960, un periodo de gran crecimiento, el país abrió sus fronteras a trabajadores inmigrantes de Turquía y Marruecos.
Ralentizando el tráfico a su paso por la frontera, la Policía fronteriza podría tener más fácil el separar los vehículos que necesitan mayor atención, según Dijkhoff. El año pasado, la Policía fronteriza holandesa detuvo a 330 personas bajo la sospecha de tráfico de personas, 200 de ellas durante los controles de las patrullas móviles.
Según ha explicado el responsable, los que lleguen de países seguros y los que hayan presentado solicitudes de asilo en varios países no podrán continuar su viaje y entrar al país.
El objetivo no es volver a imponer los controles fronterizos mientras Europa busca una solución a la crisis, ha comentado Dijkhoff. "Queremos llegar a un acuerdo con Grecia y Turquía para cerrar las fronteras, pero hasta que eso ocurra, tendremos que adoptar nuestras propias medidas", ha añadido.