ÁMSTERDAM, 7 Sep. (Reuters/EP) -
La Fiscalía de Países Bajos ha enviado a juicio este lunes a diez presuntos islamistas radicales acusados de reclutar a musulmanes holandeses para luchar en las filas de la organización terrorista Estado Islámico en Siria e Irak.
Los abogados de los acusados han asegurado en la audiencia de este lunes que sus clientes no han hecho nada malo y que tienen derecho a manifestar su opinión religiosa y política. "Algunos de los acusados podrían haber cruzado la línea, pero la forma en que se están llevando los casos es exagerada", ha afirmado el abogado de uno de ellos, Bart Stapert.
Los fiscales han explicado que los sospechosos, de entre 19 y 41 años, han desempeñado distintas funciones dentro de un grupo criminal "con una intención terrorista". Algunos se han centrado en el reclutamiento, mientras que otros han predicado a favor de Estado Islámico en manifestaciones y en Internet y otros han gestionado la contabilidad y la logística.
"Creemos que es importante evitar que la gente vaya a luchar bajo la bandera de Estado Islámico o de otras organizaciones terroristas", ha afirmado el portavoz de la Fiscalía, Wouter Bos. "Tampoco queremos que vuelvan con más habilidades y cometan atentados en casa", ha añadido.
El supuesto líder, identificado por los medios como Azzedine Choukoud, de 33 años, está acusado de "reclutamiento terrorista" y de "incitar el terrorismo". El tribunal solo lo nombró como Azzedine C. debido a las leyes de privacidad holandesa.
Azzedine es una figura pública en el país, tras aparecer en una entrevista en televisión como 'Abou Moussa' y participar en una manifestación apoyando a Estado Islámico en La Haya. Fue arrestado en Alemania en agosto de 2014 junto a su mujer, quien también se enfrenta a juicio.
Tres de los sospechosos están siendo acusados en ausencia, pues se cree que están en Siria y, posiblemente, uno de ellos haya muerto. El veredicto del caso se emitirá el 3 de diciembre.
El juicio, el más grande contra presuntos yihadistas en el país en la última década, es visto como una prueba de si un tribunal puede condenar a sospechosos de promocionar una ideología radical que no han llevado a cabo ningún atentado en Occidente.
En la vecina Bélgica, un líder de un grupo islamista radical que reclutó a jóvenes para combatir en Siria fue sentenciado en febrero a 12 años de prisión. Los servicios secretos de Países Bajos estiman que 210 holandeses han dejado el país para ir a Siria desde 2013 hasta agosto de 2015, de los cuales 38 han muerto.