MADRID/BRUSELAS 13 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Países Bajos ha anunciado este viernes un endurecimiento de la política migratoria que contempla, entre otras cuestiones, la declaración de emergencia en materia de asilo y la suspensión temporal de la Ley de Extranjería, con vistas a congelar las solicitudes que se tramitan y deportar a cualquier persona que no tenga permiso de residencia.
La inmigración ya fue uno de los principales temas de debate en la campaña previa a las elecciones de noviembre de 2023, en los que el ultraderechista Partido de la Libertad, liderado por Geert Wilders, fue el más votado. La formación es ahora una pieza clave de la coalición que encabeza el primer ministro Dick Schoof.
La ministra de Asilo y Migración, Marjolein Faber, compañera de partido de Wilders, ha alegado que "Países Bajos no puede hacer frente a un número tan alto de migrantes", informa la agencia Bloomberg. Las autoridades estiman que cada año llegan al país unos 40.000 solicitantes de asilo.
Dentro del plan presentado por el Gobierno, se contempla también un endurecimiento de los requisitos para la reunificación familiar de los refugiados, de tal forma que esté condicionada a un estatus con al menos dos años de antigüedad y a la acreditación de ingresos "estables y suficientes", informa la cadena NOS.
Faber ha advertido de que se perseguirá a todo aquel que "abuse de la hospitalidad" neerlandesa y no ha ocultado que el objetivo es que Países Bajos deje de ser un país "atractivo" para emigrar.
El Gobierno ha anunciado además que "cuanto antes" trasladará formalmente a la Comisión Europea una petición para que el país quede exento de cumplir con la política migratoria común, si bien fuentes europeas consultadas por Europa Press han recordado que el marco actual es de plena aplicación de Países Bajos.