SAN JOSÉ/TEGUCIGALPA 13 Ene. (Reuters/EP) -
Los países centroamericanos han celebrado este viernes la decisión de Estados Unidos de derogar la llamada política de 'pies mojados/pies secos', a la que responsabilizan de la masiva llegada de inmigrantes cubanos en el último año.
El Gobierno de Costa Rica ha expresado su "satisfacción" porque dicha política migratoria "otorgaba un trato preferencial a los cubanos y esto alentaba un flujo masivo irregular de migrantes cubanos a través de Centroamérica que culminó en una crisis migratoria en Costa Rica en 2016 y "fomentó la activación de las redes de tráfico de personas".
Además, el Ejecutivo de Guillermo Solís ha considerado que "se había convertido en un anacronismo en un momento en que la Guerra Fría ha terminado y en el que los gobiernos de Cuba y Estados Unidos están haciendo un esfuerzo por normalizar sus relaciones".
"Con esa decisión de Estados Unidos nosotros esperaríamos que disminuya la presión y la presencia de cubanos transitando por la región", ha dicho a Reuters el portavoz del Instituto Nacional de Migración de Honduras, René Gómez.
El canciller salvadoreño, Hugo Martínez, ha defendido que "no puede haber migrantes de diferentes categorías", aplaudiendo que Estados Unidos haya decidido "poner a los cubanos al mismo nivel que los demás migrantes de la región centroamericana y el Caribe".
La política de 'pies mojados/pies secos', puesta en marcha por el Gobierno de Bill Clinton en 1995, permite permanecer legalmente en Estados Unidos a los cubanos que logren tocar tierra, mientras que impone la repatriación de los que son interceptados en el mar.
Se trata de un beneficio que el Gobierno estadounidense ha concedido a los cubanos por motivos ideológicos frente a otras comunidades de inmigrantes, que deben cumplir los estrictos requisitos legales para poder vivir en el país norteamericano.
Cuba ha acusado a Estados Unidos de fomentar la 'fuga de cerebros' con esta política y ha exigido a la Casa Blanca que la derogue en el marco del diálogo que ambos países comenzaron el 17 de diciembre de 2014 para normalizar las relaciones bilaterales.
Los rumores sobre la posibilidad de que Washington accediera a esta petición de La Habana ha provocado en el último año una gran ola migratoria que ha dejado a miles de cubanos varados en Centroamérica. En los primeros cinco meses de 2016 cerca de 10.000 cubanos fueron evacuados en avión desde Costa Rica y Panamá, completamente desbordados, hacia México, para que desde allí pudieran continuar su camino.
Desde entonces, el flujo migratorio se ha reducido considerablemente porque los países afectados, incluyendo Ecuador y Colombia, han endurecido los requisitos para el tránsito de los cubanos por sus países. Así, en Honduras han pasado de 18.652 cubanos en 2015 a 6.605 el año pasado. En lo que va de 2017, se han registrado 325 llegadas.