CARACAS, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
Varios países latinoamericanos han condenado el ataque perpetrado el miércoles por grupos de civiles armados que la oposición ha calificado de "paramilitares" contra la Asamblea Nacional de Venezuela y han instado al Gobierno a abstenerse de cualquier acción o declaración que contribuya a aumentar la polarización de la sociedad venezolana.
Los países del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) --Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay-- han considerado que "los hechos de violencia" en la Asamblea Nacional "constituyen un avasallamiento del Ejecutivo sobre otro Poder del Estado", ya que "estuvieron precedidos de una intervención de altas autoridades del Poder Ejecutivo".
El MERCOSUR ha instado al Gobierno de Nicolás Maduro "a poner fin inmediatamente a todo discurso y a todas las acciones que incentiven una mayor polarización, con el consecuente crecimiento de la violencia, y a garantizar el respeto a los Derechos Humanos, la separación de los poderes y la vigencia del Estado de Derecho".
"Una vez más, los países del MERCOSUR manifestamos nuestra disposición a apoyar y acompañar al hermano pueblo venezolano en la salida de la grave crisis política, social y humanitaria que atraviesa y en el camino hacia la restauración plena de las instituciones democráticas y la paz social", han añadido.
En la misma línea, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha condenado la violencia "en el templo de la democracia". El Ministerio de Exteriores ha emitido un comunicado en el que urge al Gobierno venezolano a "garantizar la seguridad de los miembros de los poderes públicos y respetar su autonomía". "Hacemos un llamado a cesar la violencia y lograr un acuerdo nacional que permita a Venezuela superar la profunda crisis en que se encuentra", ha indicado.
"Mi absoluto rechazo y condena por los inaceptables hechos de violencia sucedidos en la Asamblea Nacional de Venezuela", ha escrito en Twitter el presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski. "La crisis humanitaria y política que atraviesa Venezuela desde superarse respetando los Derechos Humanos y la institucionalidad democrática", ha sostenido.
México, por su parte, ha exigido "respeto" a la Asamblea Nacional y ha condenado estos "inaceptables e inadmisibles hechos" que "alejan aún más a Venezuela de la senda democrática". "La polarización en Venezuela no puede continuar, ni la violencia puede convertirse en un recurso cotidiano. México exige el cese a la violencia y reitera la urgencia de que las partes lleven a cabo negociaciones genuinas que conduzcan a una solución duradera", ha reclamado.
Asimismo, Panamá ha hecho un llamamiento "al más estricto respeto de los principios democráticos y a anteponer el bienestar del pueblo para detener la violencia en el país, que se ha agravado con el llamado unilateral a una Asamblea Constituyente y la intención del Tribunal Supremo de Justicia de destituir a la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, por oponerse a ello".
"Ante la gravedad de la situación económica, social y humanitaria en Venezuela, Panamá reitera la urgencia de establecer un calendario electoral que ponga fin a la actual crisis, que sigue incitando la violencia entre ciudadanía y Gobierno", ha apuntado el Ministerio de Exteriores en una nota oficial.
ASALTO AL PARLAMENTO
En torno al mediodía del miércoles, civiles armados que llevaban desde primera hora merodeando por la zona entraron en el Congreso y retuvieron durando ocho horas a 120 trabajadores, 108 periodistas y 94 diputados, muchos de los cuales resultaron heridos.
El asalto a la Asamblea Nacional ha concluido cuando finalmente la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), encargada de proteger el hemiciclo, ha establecido un cordón de seguridad para poder evacuar a las personas retenidas en la sede legislativa.
La Mesa de Unidad Democrática (MUD) ha acusado al Gobierno de orquestar este ataque. El ex candidato presidencial Henrique Capriles ha responsabilizado en concreto al vicepresidente, Tarek El Aissami, por unas declaraciones recientes en las que animó a los 'chavistas' a actuar contra la Asamblea Nacional.
Maduro se ha apresurado a condenar estos "hechos" que ha calificado de "extraños". "Condeno absolutamente esos hechos hasta donde los conozco en este momento (...) Los condeno y he ordenado su investigación y que se haga justicia", ha declarado al término de un desfile militar por el Día de la Independencia.
"Condenamos la violencia en cualquiera de sus formas, venga de donde venga. Los hechos suscitados hoy en la Asamblea Nacional, son inaceptables", ha dicho, por su parte, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, a través de su cuenta oficial en Twitter.
El asalto al Parlamento se ha producido justo cuando los diputados se disponían a aprobar la convocatoria del referéndum que la MUD planea celebrar el 16 de julio para que los venezolanos decidan si es necesario hacer una Asamblea Constituyente, tal y como pretende Maduro.
ESCALADA DE TENSIÓN
No es la primera vez que la Asamblea Nacional sufre un ataque. Los incidentes de este tipo se han repetido desde que la MUD ganara las elecciones parlamentarias de 2015 obteniendo una mayoría absoluta que cambió el equilibrio de poder en el Congreso tras décadas de hegemonía 'chavista'.
Este ataque se enmarcan en la ola de violencia que recorre Venezuela por la represión de las manifestaciones opositoras. Desde el pasado mes de abril, cuando comenzaron las protestas de la MUD, unas 90 personas han muerto y miles han resultado heridas, de acuerdo con la Fiscalía.
La MUD, apoyada por la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, y por la Organización de Estados Americanos (OEA), acusa a Maduro de interferir en los demás poderes del Estado para mantenerse en el Palacio de Miraflores. El 'chavismo', por su parte, denuncia un "golpe de Estado".