MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los países del Mercosur --Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay-- han expresado este martes su preocupación ante la posible adopción de medidas por parte de la UE que puedan alterar "unilateralmente" los compromisos adquiridos en el tratado comercial entre los dos bloques, dentro de una tensión política que complica la ratificación de un texto que comenzó a negociarse en 1999 y sobre el que existe un principio de acuerdo desde 2019.
Los líderes de los cuatro países se han reunido en la localidad argentina de Puerto Iguazú, desde la que han salido mensajes contundentes de aviso hacia la UE, reflejados también en el comunicado final. En dicho texto, reiteran el compromiso del bloque de avanzar hacia la "pronta suscripción" del acuerdo de asociación para "beneficio de todas las partes", pero al mismo tiempo creen que hay motivos de "preocupación".
En concreto, ven con recelo "la evolución de iniciativas legislativas que pudieran desembocar en medidas restrictivas del comercio que afecten las exportaciones agrícolas" de los países sudamericanos y que "alteren unilateralmente el equilibrio de los términos" del acuerdo. En el Mercosur se cuestiona, por ejemplo, un instrumento adicional planteado por la UE relativo a cuestiones ambientales y que temen pueda abrir la puerta a la imposición de límites comerciales e incluso sanciones.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que precisamente asume la presidencia rotatoria del bloque se ha mostrado tajante: "El instrumento adicional presentado por la Unión Europea en marzo de este año es inaceptable". "Los socios estratégicos no negocian basándose en la desconfianza y la amenaza de sanciones", ha añadido, confiado en que pueda haber una respuesta "rápida y contundente" desde Mercosur.
El mandatario brasileño ha subrayado su voluntad de concluir las negociaciones durante su mandato como líder del grupo, pero ha dejado claro que no quiere que los países sudamericanos queden relegados "al eterno papel de exportadores de materias primas, minerales y petróleo".
También el presidente de Argentina, Alberto Fernández, ha abogado por pasar página de de esta "condena", en virtud de la cual son otros países quienes se aprovechan de las materias primas para después revender "a precios exorbitantes", y ha coincidido en que la UE no puede adoptar medidas "unilaterales" que contravengan el supuesto interés común.
Así, ha aludido a "decisiones ambientales" que "cambian las reglas" del compromiso suscrito en el año 2019, que según él permanece bloqueado por "conflictos internos" dentro de la Unión Europea. Fernández aún confía en lograr "resultados equilibrados", según una serie de declaraciones recogidas por la agencia de noticias Télam.
Por su parte, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, ha pedido ante sus homólogos que se despejen los obstáculos para poder concluir el acuerdo con la UE y que realmente se construya una situación de "confianza" entre ambos bloques comerciales. "Yo sé que el presidente Lula va a poner empeño en finalizar el acuerdo con la Unión Europea. Le pido por favor que sea el generador de un poco de optimismo en mi ya abundante pesimismo sobre este acuerdo", ha comentado.
A su juicio, no es lógico que un texto se esté negociando durante 25 años porque, en ese tiempo, se han dado grandes cambios en el mundo moderno. Por este motivo, ha llamado a sus pares a dar credibilidad al bloque comercial que representan y, sabiendo las cosas que tienen a favor y en contra, cerrar un acuerdo.