Actualizado: jueves, 14 diciembre 2017 20:15


BRUSELAS, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los países del grupo de Visegrado (Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia) se han comprometido este jueves a aportar 35 millones de euros para ayudar en las acciones de la Unión Europea para el control del flujo migratorio que llega desde Libia.

El anuncio llega tras una reunión de los líderes de estos cuatro países con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, en los márgenes de una cumbre europea en la que se espera que el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, plantee aparcar el proyecto de un sistema de cuotas obligatorias de acogida de refugiados que defiende Bruselas y rechazan de plano los países Visegrado.

"Estamos dispuestos a contribuir con una suma considerable de dinero para defender la frontera exterior de la Unión Europea y contribuir en las acciones iniciadas por la UE en territorio de Libia", ha declarado el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán.

Se trata de un total de 35 millones de euros, que aportarán los cuatro en cantidades iguales, con el que este grupo de países quiere enviar una señal de su compromiso con la unidad de los Veintiocho y con "este elemento" de la política migratoria común, según ha explicado Orbán.

Juncker, por su parte, ha aplaudido que Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia anuncien esta contribución al Fondo fiduciario para África, porque "es una prueba de que los cuatro países del Visegrado están plenamente del lado de Italia y otros cuando se trata de solidaridad".

Gentiloni, por su parte, ha considerado que el respaldo de los Visegrado al proyecto liderado por Italia para controlar mejor la frontera libia y formar a los guardacostas del país es un gesto especialmente relevante por venir de países que con posiciones "distantes" con respecto a Italia en materia migratoria.

Con todo, el italiano ha querido dejar claro que este contexto "no cambia" el hecho de que Roma siga apoyando la "necesidad" de comprometerse con un plan para la reubicación de refugiados llegados a la UE, un sistema que, en su opinión, es el "mínimo exigible" al bloque para afrontar con solidaridad la situación.

Los 35 millones de euros se canalizarán a través del canal norafricano del fondo, que hasta ahora se ha centrado en el control de las rutas abiertas desde Libia y la lucha contra las mafias que trafican con personas en la zona.

Con este programa, más de 14.000 inmigrantes han sido devueltos voluntariamente desde Libia a sus países de origen, según datos de la Comisión, que calcula que la cifra podría elevarse a 18.000 cuando acabe el año.

Aunque el grupo Visegrado ha querido desligar este apoyo con el pulso para evitar el sistema de cuotas de acogida de refugiados, sus líderes han aprovechado su llegada a la cumbre en Bruselas para dejar claro que se oponen a esta medida. La Comisión Europea, de hecho, llevó la semana pasada a Hungría, Polonia y República Checa ante el Tribunal de Justicia de la UE (TUE) por negarse a cumplir con el programa de reparto actual.

"No vinculen esta expresión de solidaridad en Libia con las cuotas. Nuestra posición sigue siendo la misma: Las cuotas son ineficaces y apoyo plenamente la idea de Donald Tusk", ha indicado el primer ministro eslovaco, Robert Fico.

"Creo que Tusk dijo la verdad, lo que pensamos, que las cuotas no son la solución a la inmigración ilegal", ha dicho, por su parte, el mandatario checo, Andrej Babis, quien ha apuntado que el debate sobre la política migratoria en su conjunta se producirá en la noche de este jueves, durante la cena de líderes.

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