ISLAMABAD 3 Nov. (Reuters/EP) -
Pakistán ha acusado este jueves a ocho miembros del servicio diplomático de India en Islamabad de espionaje y terrorismo, en medio de un ambiente de crecientes tensiones y acusaciones cruzadas entre ambos países, rivales desde hace décadas.
El Ministerio de Exteriores paquistaní ha acusado este jueves a seis miembros de la Embajada india en la capital del país, Islamabad, de trabajar para la Agencia de Investigación y Análisis de Nueva Delhi (RAW), una agencia de inteligencia india. Las autoridades paquistaníes también han acusado a otros dos diplomáticos indios de pertenecer al Departamento de Inteligencia del Gobierno de India.
Los nombres de los ocho diplomáticos fueron filtrados a los medios paquistaníes el miércoles por la noche. En respuesta a las acusaciones que ha hecho el Gobierno de Pakistán, India ha rechazado por completo unas alegaciones que considera "infundadas".
Rajesh Kumar Agnihotri, consejero comercial de la Embajada india en Islamabad, ha sido señalado por el Ministerio de Exteriores paquistaní como el jefe de operaciones de la RAW en la capital del país.
El Gobierno ha elaborado un documento en el que señala las supuestas actividades de espionaje de los diplomáticos indios. Los acusa de haber alimentado la inestabilidad política en las provincias de Sindh y Baluchistán. Por otra parte, también les culpa de boicotear uno de los proyectos económicos más importantes del país, el Corredor Económico entre China y Pakistán (CPEC, por sus siglas en inglés), un acuerdo que tenía un valor de más de 46.000 millones de dólares.
El Ministerio ha acusado a los trabajadores de la Embajada india de tener vínculos con los talibán y de intentar sabotear las relaciones de Pakistán con Afganistán.
No queda claro si el Gobierno de Pakistán planea expulsar a los ocho diplomáticos o si será el Ejecutivo indio el que los retirará de la capital paquistaní. Las autoridades indias han condenado ampliamente la publicación de los nombres de los implicados, ya que alegan que supone una amenaza para la seguridad de los hombres.
Por otra parte, seis representantes paquistaníes abandonaron la capital india el pasado martes, aunque las autoridades indias han aclarado que no ha mediado expulsión alguna. La semana pasada sí que se produjo un cruce de expulsiones entre los dos países que afectó a una persona por cada lado.
La histórica tensión entre ambos países se encuentra en un momento especialmente difícil desde que un ataque perpetrado por milicianos paquistaníes contra una base india en Cachemira, cerca de la frontera, provocase la muerte 19 militares.
El ataque tuvo lugar en un momento de altas tensiones en la región de Cachemira, que tiene una mayoría de población musulmana y que lleva siendo motivo de disputas entre Pakistán e India desde 1947.
La región lleva siendo escenario de manifestaciones desde el pasado 8 de julio, cuando comenzaron por la muerte de un comandante separatista. Las protestas se han saldado con la muerte de al menos 80 civiles, mientras que varios miles de personas han resultado heridas.