MADRID, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Pakistán han incrementado el despliegue de las fuerzas de seguridad en la localidad de Peshawar de cara a la conmemoración este miércoles del primer aniversario de la matanza perpetrada por los talibán en una escuela militar de la ciudad.
Está previsto que el presidente, Mamnun Hussain; el primer ministro, Nawaz Sharif; y el jefe de las Fuerzas Armadas, Rahil Sharif, acudan a los actos de recuerdo en la Escuela Pública del Ejército, en la que 144 personas, entre ellas más de 130 niños, fueron masacradas el 16 de diciembre de 2014.
El diario local 'Dawn' ha afirmado que en el acto participarán además embajadores de varios países y los ministros principales de las provincias de Sindh, Punyab, Jiber Pajtunjua, Balochistán, Gilgit Baltistán y Azad Cachemira.
Según estas informaciones, entre los actos principales estará una entrega de medallas a los padres de las víctimas y a los supervivientes, así como la inauguración de un 'Monumento a los Mártires'.
Alrededor de 2.000 policías han sido desplegados en varios puestos de control de la ciudad, principalmente en los que se encuentran en los alrededores de la escuela. El gobierno de Jiber Pajtunjua ha anunciado un día festivo para el resto de instituciones educativas de la provincia.
Los talibán paquistaníes justificaron que los milicianos mataran a menores de edad con el argumento de que el grupo quería responder así a los ataques que reciben sus "familias" por parte de las Fuerzas Armadas paquistaníes.
"Hemos elegido la escuela del Ejército para el ataque porque el Gobierno está atacando a nuestras familias y mujeres", afirmó el portavoz del grupo, Muhamad Umar Jorasani. "Queremos que sientan el dolor", subrayó.
El atentado provocó una oleada de críticas y condenas, a las que se sumaron los talibán afganos, que rechazaron el ataque recalcando que el asesinato intencionado de personas inocentes, y en particular niños, es contrario al Islam.
El ataque fue el más mortífero hasta la fecha en Pakistán, tras superar las 137 víctimas mortales que dejó el atentado contra el Bazar Mena de esta misma ciudad en 2009 y los 139 muertos que hubo en Karachi en octubre de 2007 en el ataque contra el convoy de la exprimera ministra Benazir Bhutto, que sería asesinada dos meses después.
El atentado llevó además a Sharif a declarar el fin de la moratoria a la pena de muerte en el país, y desde entonces han sido ejecutadas más de 250 personas. Pese a que en un momento se aplicó a condenados por terrorismo, fue posteriormente ampliada a todos los presos sentenciados a pena capital.