MADRID, 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Pakistán han declarado el estado de emergencia nacional debido a las inundaciones que están asolando el país, una "crisis humanitaria de proporciones épicas inducida por el clima" según el Gobierno, y que deja ya al menos 937 muertos, incluidos 343 niños, y 30 millones de personas sin techo.
Las lluvias se han cebado con la población de la provincia de Sindh, en el sur del país, donde más de 300 personas han muerto desde el comienzo de las inundaciones, el 14 de junio. El estado de Baluchistán ha informado de 234 muertes, mientras que Jíber Pajtunjua y Punyab registraron 185 y 165 muertes respectivamente, según el balance de la Autoridad Nacional para la Gestión de Desastres (NDMA) recogido este viernes por el diario 'Dawn'.
Según la NDMA, Pakistán recibió 166,8 mm de lluvia en agosto, en comparación con el promedio de 48 mm, un aumento del 241 por ciento. En consecuencia, el aumento anormal de las lluvias generó inundaciones repentinas en todo el país, particularmente en la parte sur de Pakistán y concretamente en Sindh, donde más de una veintena de municipios han quedado sumergidos.
La ministra de Cambio Climático, Sherry Rehman, ha confirmado en las última horas la apertura de una "sala de guerra" encabezada por el primer ministro, Shabhaz Sharif, para enfrentarse a estas "lluvias monstruosas".
"Pakistán está pasando por su octavo ciclo de monzones; normalmente el país tiene solo tres o cuatro ciclos de lluvia monzónica. Esto no tiene precedentes y los datos que barajamos nos dan a entender que podríamos atravesar otro noveno ciclo el mes que viene", ha declarado.
La Unión Europea ha anunciado este viernes que destinará 1,8 millones de euros en ayuda humanitaria para atender a las personas afectadas por las inundaciones, a través de organizaciones que trabajan en el terreno y buscarán paliar las consecuencias de las lluvias monzónicas.
Esto incluye la provisión de refugios temporales, alimentos, aguas, servicios de salud y transferencias. Esta ayuda se suma a la enviada por valor de 350.000 euros para ayudar en concreto a las comunidades en Baluchistán.