MADRID, 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Pakistán han denunciado este domingo el impacto en su territorio de cuatro proyectiles disparados desde Afganistán, que no han causado víctimas.
Las autoridades de la agencia de Kurram, situada en la zona fronteriza, han indicado que los proyectiles han impactado cerca de una mezquita, de una tienda y de un cementerio, según ha informado el diario local 'Dawn'.
Por el momento se desconoce quién ha efectuado los disparos, que llegan en un momento de tensión bilateral por la decisión de Pakistán de construir una valla en la frontera.
El portavoz del Ministerio de Exteriores afgano, Ahmad Shakib Mostaghani, indicó el martes que es "imposible" que Pakistán proceda a levantar la valla sin coordinarse con Kabul.
En los últimos meses, Afganistán ha denunciado varios intentos de Pakistán por construir puestos de control militares en áreas de la frontera --conocida como Línea Durand-- que considera que pertenecen a su territorio.
La Línea Durand se extiende 2.640 kilómetros y marca la frontera entre ambos países. Fue establecida en 1893 tras un acuerdo entre el entonces secretario de Exteriores británico en India, Mortimer Durand, y el emir afgano Abdur Rahman Jan para delimitar las esferas de influencia.
Tras la independencia de Pakistán, Islamabad pasó a reconocerla como su frontera con Afganistán, si bien Kabul no dio tal paso. Esta línea divide a las comunidades pashtunes y baluches que viven a ambos lados de la frontera, lo que ha provocado disputas en ambos países.
El jefe del Ejército paquistaní, Qamar Javed Bajua, anunció el lunes el inicio de los trabajos de construcción de la valla, que se extenderá unos 2.500 kilómetros en la disputada frontera, alegando medidas de seguridad.
Así, detalló que la valla fronteriza inicial se centrará en "las zonas de alta amenaza" de Bajaur y Mohmand, dentro de las Áreas Tribales de Administración Federal (FATA), que hacen frontera con las provincias afganas orientales de Nangarhar y Kunar.
La tensión en las relaciones entre Kabul e Islamabad ha aumentado en los últimos años, con ambos países acusándose mutuamente de no hacer lo suficiente por enfrentarse a los talibán paquistaníes y afganos.
Pakistán ha culpado a los talibán paquistaníes de situarse en suelo afgano tras una serie de ataques en el país durante los últimos meses, y ha instado a los afganos a erradicar los "santuarios" de milicianos.
Con motivo de estos ataques, a principios de este mes Islamabad cerró temporalmente los principales puntos de paso a lo largo de la línea fronteriza de Durand, constituida en 1893 y rechazada por Kabul.
Afganistán, por su parte, ha acusado a Pakistán de hacer la vista gorda con los talibán afganos, así como apoyar al grupo miliciano, algo que Islamabad niega.
Pakistán alberga desde hace tiempo ambiciones para sellar su frontera, que carece de patrullas de control y es montañosa en muchos tramos. En 2007, el Ejército dijo que estaba vallando y minando un tramo de 35 kilómetros de frontera en la región de Waziristán del Norte, en las FATA, para evitar que los milicianos crucen el terreno escabroso.
Los esfuerzos para establecer una presencia permanente en la frontera han enojado a Kabul. El año pasado, el intento de Pakistán de construir una barrera en el cruce principal de Torjam terminó en escaramuzas transfronterizas.