MADRID 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presunto organizador de los atentados de 2008 en Bombay que causaron la muerte de 166 personas e hirieron a más de 600, Zaikur Lajvi, ha sido puesto en libertad este viernes tras dictaminar ayer un tribunal de Pakistán que fue detenido de manera ilegal, según han confirmado fuentes de la Judicatura a la cadena paquistaní GEO TV.
Lajvi abandonó esta pasada noche en secreto la cárcel de Adiyala, en la localidad de Rawalpindi, tras la suspensión de su detención. A las puertas le esperaban miembros de la organización a la que pertenece, según Pakistán, los Jamaat ud Dawa, el brazo político del grupo islamista Lashkar-e-Taiba. Sin embargo, los investigadores indios le acusan de ser, nada menos, que el jefe militar de este último colectivo.
La liberación de Lajvi ha tardado solo 24 horas, después de que el Alto Tribunal de Lahore ratificara ayer por cuarta vez que su detención había tenido lugar bajo circunstancias irregulares al no haber podido justificar la Fiscalía los motivos de la detención del presunto autor intelectual de los atentados.
PROTESTA DE INDIA
El Gobierno indio, convencido de la implicación de los talibán paquistaníes en el atentado más sangriento de las últimas décadas en su terroitorio, emitió ayer una protesta formal tras conocer la orden del Alto Tribunal de Lahore de liberar inmediatamente a Lajvi.
Las autoridades de Nueva Delhi, en este sentido, dicen contar con pruebas de sobra para acusar a Lajvi, recopiladas en una docena de dossieres que comprenden muestras de voz y declaraciones de testigos que dan fe de su participación en los ataques.
Ya el pasado mes de diciembre, cuando un tribunal paquistaní promulgó por primera vez la libertad bajo fianza para Lajvi, el primer ministro indio, Narendra Modi, calificó la decisión de "un golpe para todos los que creen en la humanidad" y recordó que el proceso contra los siete acusados del ataque no ha experimentado progreso alguno durante los últimos años.
Esta parálisis ha afectado aún más las relaciones entre India y Pakistán, dos países que han librado tres guerras durante los últimos 70 años. El atentado de Bombay -- en realidad una cadena de ataques en abarrotadas zonas públicas de la ciudad, y perpetrada por diez milicianos durante cuatro días consecutivos -- casi abocó a la ruina los esfuerzos de acercamiento que por aquel entonces intentaban alcanzar Islamabad y Nueva Delhi.