MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Exteriores palestino, Riyad Malki, ha descrito este miércoles como "un buen inicio" la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de visitar el Muro de las Lamentaciones sin estar acompañado por altos cargos israelíes.
Asimismo, ha aplaudido que "oficiales estadounidenses insistieran en que esta parte de Jerusalén es considerada como territorio ocupado y parte de Cisjordania", según ha informado la agencia oficial palestina de noticias, WAFA.
Las palabras de Malki han llegado un día después de que el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Herbert Raymond McMaster, confirmara que el mandatario rezará en el Muro de las Lamentaciones en una "visita privada".
"Ningún alto cargo israelí se unirá al presidente Trump en el Muro de las Lamentaciones", indicó, en medio de la polémica en torno a su próxima visita a Israel por unos comentarios de un diplomático estadounidense.
El lunes, la Casa Blanca desdijo a este diplomático, quien afirmó que el Muro de las Lamentaciones no es parte de Israel, resaltando que sus declaraciones "no representan" la posición de Washington.
El incidente diplomático tuvo lugar durante una reunión para preparar la visita de Trump al país, que tendrá lugar el 22 y el 23 de mayo, y durante la cual visitará también Cisjordania.
Durante el encuentro, el diplomático rechazó que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acompañe a Trump en su visita al Muro de las Lamentaciones, afirmando que "es parte de Cisjordania", según la cadena de televisión israelí Channel 2.
Los comentarios del diplomático provocaron airadas protestas de los representantes israelíes. El incidente ha sido confirmado por la oficina de Netanyahu, que ha expresado su "sorpresa" por dichas afirmaciones.
Hasta la fecha, ningún presidente estadounidense ha visitado el Muro de las Lamentaciones, debido a la postura de Washington sobre que el estatus final de Jerusalén ha de ser resuelto aún en las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos.
El Muro de las Lamentaciones es el lugar más sagrado del judaísmo --vestigio del Templo de Jerusalén-- y supone uno de los muros de la Explanada de las Mezquitas, uno de los lugares más sagrados para el Islam.
El muro fue tomado junto al resto de la Ciudad Vieja y Jerusalén Este durante la guerra de 1967 y anexionado a Israel como parte de lo que asegura que es su capital, lo que no ha sido reconocido internacionalmente. Palestina considera Jerusalén Este como su capital.
NO HABRÁ ANUNCIO SOBRE EL TRASLADO DE LA EMBAJADA
Por otra parte, fuentes oficiales estadounidenses han asegurado que Trump no realizará ningún anuncio sobre el posible traslado de la Embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén durante su viaje al país, tal y como ha recogido la agencia británica de noticias Reuters.
El domingo, el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, afirmó que Trump está sopesando si el traslado de la Embajada impactaría en el proceso de conversaciones de paz.
"El presidente, creo que correctamente, ha adoptado una postura de deliberación para entender el problema en sí mismo, escuchando a todas las partes interesadas en la región, y entendiendo qué impacto tendría este movimiento en el contexto de una iniciativa de paz", dijo.
En respuesta, Netanyahu resaltó que "la posición de Israel ha sido expresada a menudo a la Administración estadounidense y al mundo", según un comunicado publicado en su página web.
"No sólo el traslado de la Embajada no dañaría al proceso de paz, sino lo contrario. Sería un avance, al corregir una injusticia histórica y al aplastar la fantasía palestina de que Jerusalén no es la capital de Israel", remachó.
El jefe del equipo negociador de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, advirtió en enero de que el organismo retirará su reconocimiento a Israel si Estados Unidos traslada su embajada a Jerusalén.
La OLP reconoció al Estado de Israel en 1988, año en el que proclamó la independencia de Palestina y renunció al uso del terrorismo con fines políticos.
Las declaraciones de Erekat llegaron dos días después de que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) advirtiera a Estados Unidos contra el posible traslado de su Embajada de Tel Aviv a Jerusalén, resaltando que "desataría una nueva fase de conflicto".
Previamente, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, había explicado que están en la "fase inicial" del debate sobre el cumplimiento de la promesa electoral de Trump de trasladar la Embajada.
El Gobierno israelí tiene su sede en Jerusalén, que describe como su capital, si bien la mayoría de sus altos mandos militares tienen su despacho en Tel Aviv.
Antes de abandonar el cargo, el expresidente estadounidense Barack Obama renovó la exención presidencial que aplazaba nuevamente la recolocación de la Embajada durante seis meses.
En su decisión, Obama citó "intereses de seguridad nacional" para prolongar la exención a la decisión del Congreso en 1995 de reconocer Jerusalén como capital de Israel y trasladar allí la Embajada.
Estados Unidos no ha reconocido oficialmente Jerusalén como capital del país, a pesar de que Israel así lo reclama, debido a que el Derecho Internacional considera la ciudad dividida porque la mitad de ella está en Cisjordania y es por tanto territorio palestino ocupado militarmente por Israel.