MADRID, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Papa Francisco ha abogado este sábado por una mayor protección a las familias por parte de los gobiernos durante la vigilia celebrada por el VIII Encuentro Mundial de las Familias, celebrado en la localidad estadounidense de Filadelfia.
Durante su intervención, se ha referido a "los momentos en los que todo parece ser cuesta arriba". "Pienso en esos padres, en esas familias que carecen de empleo o de derechos laborales, y cómo esto supone una verdadera cruz", ha lamentado.
"¡Cuántos sacrificios hacen para ganar el pan de cada día! Es comprensible que, cuando estos padres regresan a casa, estén tan agotados que no puedan dar lo mejor de si mismos a sus hijos", ha dicho.
"Pienso en todas esas familias que carecen de vivienda o que viven en malas condiciones. Pienso en todas esas familias que carecen de acceso a los servicios sanitarios básicos", ha añadido.
"No podemos decir que una sociedad es sana cuando no deja un espacio real a la vida familiar. No podemos pensar que una sociedad tiene futuro cuando no aprueba leyes capaces de proteger a las familias y de garantizar sus necesidades básicas", ha subrayado.
"¿Cuántos problemas se resolverían si nuestras sociedades protegieran a las familias y les dieran hogares, especialmente a los recién casados, con la posibilidad de un trabajo digno, una vivienda y servicios sanitarios durante toda su vida?", se ha preguntado.
Por último, ha resaltado que "las familias perfectas no existen, lo que no debe desanimar a nadie". "El amor es algo que se aprende, es algo que se vive. El amor crece como algo que se forja por las situaciones concretas que aparecen en cada experiencia familiar particular", ha agregado.
"El amor crece y se desarrolla constantemente entre las luces y las oscuridades. El amor puede florecer en hombres y mujeres que no quieren hacer del conflicto la última palabra, sino una nueva oportunidad", ha remachado.
EXPERIENCIAS DE SEIS FAMILIAS
En un acto encabezado por el actor estadounidense Mark Wahlberg y en el que han actuado cantantes como Aretha Franklin y Andrea Bocelli, el Sumo Pontífice ha escuchado los relatos de seis familias sobre las alegrías y dificultades de la vida familiar en distintos lugares del mundo.
"Me gustaría dar las gracias a las familias que han querido compartir sus vidas con nosotros. Siempre es un regalo escuchar a las familias que comparten sus experiencias de vida, toca nuestros corazones", ha apuntado.
"Escuchando sus experiencias nos vemos reflejados, estimulados como parejas casadas, padres, hijos, hermanos y hermanas, como abuelos", ha dicho. "Mientras escuchaba pensaba en lo importante de compartir nuestra vida en el hogar y ayudarnos en la maravillosa tarea de ser una familia", ha agregado.
En este sentido, el Papa ha recordado que "Dios no quiso venir al mundo si no a través de una familia". "Dios no quería acercarse a la humanidad si no a través del hogar", ha sostenido.
"La familia es la gran bendición, el gran regalo de este 'Dios está con nosotros', que no nos quiere abandonar en la soledad de una vida sin otros, sin desafíos, sin un hogar", ha manifestado Francisco, según el texto de su discurso facilitado por Radio Vaticana.
"Dios no sueña por sí mismo, intenta hacer todo con nosotros. Por eso, la familia es el símbolo viviente del cariñoso plan con el que el Padre soñó. Querer formar una familia es decidir ser parte del sueño de Dios", ha apuntado.
El Sumo Pontífice ha resaltado además que "Jesucristo no era un solterón (...) ya que tomó por novia a la Iglesia". "No podemos entender a Cristo sin su Iglesia, igual que no podemos entender a la Iglesia sin su cónyuge, Jesucristo, que dio su vida por amor", ha remachado.