ROMA, 6 Nov. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, G. Moreno) -
El Papa Benedicto XVI y el Rey de Arabia Saudí, Abdullah Bin Abdulaziz Al Saud, trataron hoy en el Vaticano sobre la necesidad de encontrar una "solución justa" a los conflictos que atraviesan los países de Oriente Próximo y "en particular, entre israelíes y palestinos", según informó la sala de prensa del Vaticano a través de un comunicado.
Esta entrevista, que duró aproximadamente media hora y se desarrolló "en un clima cordial", se convirtió en el primer encuentro de la historia que mantienen un Pontífice y un soberano de este importante país musulmán. En ella, se trataron argumentos "de sumo interés para los interlocutores", según detalló la nota vaticana.
Ambos líderes aprovecharon esta ocasión para reafirmar su "compromiso en favor del diálogo intercultural e interreligioso, cuya finalidad es la convivencia fructuosa y pacífica entre personas y pueblos".
Asimismo insistieron en "el valor" que tiene "la colaboración entre cristianos, musulmanes y judíos para la promoción de la paz, de la justicia y de los valores espirituales y morales" y "especialmente para reforzar a las familias".
Por su parte, las autoridades vaticanas desearon prosperidad a todos los habitantes del país, mencionando al mismo tiempo la presencia positiva y laboriosa de los cristianos", concretó la nota vaticana.
Abdullah Bin Abdulaziz Al Saud también mantuvo un encuentro con el cardenal y secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, y con el arzobispo y secretario para las Relaciones con los Estados, Dominique Mamberti.
En su primera visita al Vaticano, el rey de Arabia Saudí regaló al Pontífice una espada de oro adornada con piedras preciosas, mientras que el Papa le obsequió con un grabado de 1550 y la medalla de oro de su Pontificado.
A principios de septiembre, el Papa Benedicto XVI ya había concedido una audiencia privada al ministro de Exteriores de Arabia Saudí, el príncipe Saud Al Faisal.
Abdullah Bin Abdulaziz Al Saud fue proclamado rey el 1 de agosto de 2005, tras el fallecimiento del Rey Fahd bin Abdulaziz. Además de soberano, es el Custodio de las Dos Mezquitas Sagradas, así como Presidente del Consejo de Ministros y Comandante de la Guardia Nacional desde el año 1963.