MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Papúa Nueva Guinea, Peter O'Neill, ha anunciado este miércoles que el centro de detención de la isla de Manus será cerrado, a raíz del fallo del Tribunal Supremo al respecto, que tildó la cárcel de "ilegal".
O'Neill ha asegurado en un comunicado que su Gobierno "pedirá inmediatamente al Gobierno de Australia que busque alternativas para los solicitantes de asilo (que se encuentran detenidos en el lugar)".
"Invitamos a vivir en Papúa Nueva Guinea a los que han sido declarados como refugiados legítimos, siempre y cuando quieren ser parte de nuestra sociedad y contribuir a nuestra comunidad", ha valorado.
Así, ha subrayado que "está claro que muchos de estos refugiados no quieren asentarse en Papúa Nueva Guinea, y esa es su decisión", según ha informado la cadena de televisión australiana ABC.
Por su parte, el ministro de Inmigración de Australia, Peter Dutton, ha apuntado que las autoridades del país "continuarán sus discusiones con el Gobierno de Papúa Nueva Guinea para resolver estos asuntos".
"El Gobierno no ha cambiado su postura de que la gente que ha intentado llegar ilegalmente en barco a Australia y que está ahora en las instalaciones de Manus no serán alojadas en Australia", ha zanjado.
Según la legislación australiana, todo aquel que es interceptado tratando de llegar al país por vía marítima es enviado a las islas de Nauru y Manus para someterse a un proceso de registro que, en ningún caso, terminará con el reasentamiento en Australia.
Australia, bajo cuya autoridad permanecen detenidas más de 800 personas en la isla de Manus, tiene una política de asilo que ha provocado críticas a nivel internacional, especialmente por parte de grupos de defensa de los Derechos Humanos, incluida la ONU.