Actualizado: lunes, 15 mayo 2017 13:00


SÍDNEY, 15 May. (Reuters/EP) -

Papúa Nueva Guinea pretende cerrar en las próximas semanas el campo para refugiados ubicado en la isla de Manús que gestionan las autoridades australianas, según han revelado este lunes algunos de sus ocupantes.

Las autoridades de inmigración de Papúa Nueva Guinea contaron a los refugiados en una reciente reunión que una zona del campo de Manús dejaría de estar operativa el 28 de mayo y que el resto de las instalaciones quedarán clausuradas el 30 de junio.

Un número no determinado de solicitantes de asilo sería reubicado en un centro para personas en tránsito. Behrouz Boochani, un kurdo iraní que lleva cuatro años en Manús, ha indicado que, de acuerdo con las autoridades de Papúa Nueva Guinea, llevarán a un grupo al campo de Lorengau, cercano a la ciudad homónima.

Los refugiados han contado que este cierre inminente ha aumentado la presión sobre los solicitantes de asilo por temor a que estos traslados precipiten la deportación de quienes ya han rechazado la oferta australiana de retorno voluntario.

Naciones Unidas y organizaciones de defensa de los Derechos Humanos han criticado el campo de Manús, uno de los dos creados por Australia en el Pacífico sur, por las precarias condiciones, que incluyen una atención médica insuficiente y violencia.

El Tribunal Supremo de Papúa Nueva Guinea declaró en 2016 que el campo para refugiados de Manús era ilegal y debía cerrarse, obligando a Australia a anunciar su clausura para 2017. La Administración de Barack Obama llegó a un acuerdo con las autoridades australianas para acoger a algunos refugiados, pero el nuevo Gobierno de Donald Trump se ha negado.

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