Papúa permitirá a los refugiados detenidos en el centro de Manus salir durante la jornada

Centro de detención de solicitantes de asilo en Manus
STRINGER /REUTERS
Actualizado: jueves, 12 mayo 2016 7:39


MADRID, 12 May. (EUROPA PRESS) -

Las autoridades de Papúa Nueva Guinea han anunciado la relajación de las restricciones en el centro de detención de refugiados de la isla de Manus de manera que los hombres que allí se albergan puedan salir durante el día, cumpliendo así el dictamen emitido por el Tribunal Supremo el pasado mes de abril en el que declaraba esta práctica inconstitucional según las leyes del país e instaba a modificarlas.

El servicio de Asesoría de Ciudadanía e Inmigración papú ha explicado que esto significa que los 898 hombres que actualmente están en el centro no están sujetos a detención. "Ningún solicitante de asilo o refugiado está detenido", ha indicado la subdirectora de la oficina de Migración, Esther Gaegaming.

"Seguimos trabajando hacia la total puesta en marcha de las órdenes del Tribunal Supremo", ha añadido, en declaraciones recogidas por el diario australiano 'ABC'.

Los allí detenidos sostienen que ahora pueden coger dos o tres autobuses hasta la ciudad cada mañana, opción de la que hasta ahora no disponían, aunque están obligados a firmar acuerdos en los que se hacen responsables de su propia seguridad. Durante las noches, tienen que estar en el centro de tránsito, dirigido por Inmigración.

Según la legislación australiana, todo aquel que es interceptado tratando de llegar al país por vía marítima es enviado a las islas de Nauru y Manus para someterse a un proceso de registro que, en ningún caso, terminará con el reasentamiento en Australia.

POLÍTICA DE ASILO DE AUSTRALIA

Australia tiene una política de asilo que ha provocado críticas a nivel internacional, especialmente por parte de grupos de defensa de los Derechos Humanos, incluida la ONU.

"En contra de las leyes de Papúa Nueva Guinea y de forma abusiva, muchas personas en busca de asilo han sido detenidas durante los últimos tres años", ha aseverado la directora australiana de Human Rights Watch (HRW), Elaine Pearson.

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