BEIRUT, 26 Dic. (Reuters/EP) -
El acuerdo auspiciado por la ONU para evacuar a más de 2.000 milicianos del Estado Islámico y de otros grupos insurgentes del sur de Damasco ha sido paralizada, según ha informado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos. Los milicianos entregarán su armamento a cambio de su traslado desde el campamento de refugiados palestinos de Yarmuk y la vecina región de Hajar al Aswad.
El acuerdo preveía el traslado de los milicianos hasta Raqqa, la capital 'de facto' del Estado Islámico, según recoge la televisión libanesa Al Manar, afín al partido-milicia Hezbolá. Sin embargo, la muerte de Zahran Aloush, el líder de Jaysh al Islam (Ejército del Islam), en un bombardeo habría frustrado el pacto. Los autobuses iban a pasar a través de territorios controlados por este grupo islamista moderado, informa Al Manar.
El Observatorio, una organización con sede en Londres pero con una amplia red de informantes dentro del país árabe, ha señalado que el acuerdo iba a hacerse efectivo este mismo sábado, pero se ha retrasado ante la falta de una ruta segura.
Al Manar asegura que los autobuses llegaron el viernes para recoger a los milicianos y a al menos 1.500 familiares, que sumarían en total 2.000 personas. Sin embargo, los autobuses tuvieron que dar media vuelta.
Por el momento no está claro si los autobuses han sido suministrados por Naciones Unidas o por el Ejército sirio. Según Al Manar, los milicianos entregarán su armamento pesado al Ejército sirio en virtud de lo que ha dicho es un acuerdo entre varias partes bajo los auspicios de la ONU.
La capitulación de los rebeldes se ha visto forzada por el asedio del régimen durante los últimos años, que ha limitado drásticamente el flujo de alimentos y ayuda humanitaria. Las autoridades sirias accedieron a su evacuación con la esperanza de reafirmar su control en esta zona estratégica en la que se encuentran combatientes de otras facciones, a solo 4 kilómetros al sur del centro de Damasco.
Este es el último de varios altos el fuego a nivel local y de acuerdos de paso seguro entre las facciones rivales en Siria, mientras la ONU, los vecinos de Siria y las potencias mundiales intensifican los esfuerzos para poner fin a una guerra civil que ha dejado ya más de 250.000 muertos en sus casi cinco años.
Uno de tales acuerdos, facilitado con apoyo de Irán y Turquía, suspendió los combates en la localidad de Zabadani, en la frontera libanesa, y en otras dos localidades en el noroeste. Otro, en el último distrito controlado por los rebeldes en la ciudad de Homs, permitió a los rebeldes y sus familias abandonar la zona asediada.