SÍDNEY/WASHINGTON, 15 Jul. (Reuters/EP) -
Los funcionarios estadounidenses habrían paralizado sin aviso las entrevistas a los retenidos en la isla de Nauru, bajo supervisión australiana, sembrando así serias dudas sobre la viabilidad del acuerdo migratorio entre Australia y Estados Unidos, por el que este último país tenía previsto acoger a varios de los detenidos en suelo norteamericano.
"En principio iban a quedarse hasta el 26 de julio pero se marcharon ayer", ha declarado a Reuters uno de los peticionarios de reasentamiento en Estados Unidos mientras un representante del departamento de Inmigración norteamericano, Jason Marks, ha confirmado a Reuters que su viajes previsto a Nauru han sido suspendidos.
Ni los gobiernos de Australia y Estados Unidos han dado una versión oficial de esta supuesta paralización del acuerdo, firmado en las postrimerías de la Presidencia Obama y que el actual inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, ha calificado de "estupidez".
Hay que recordar que Australia se había comprometido a cerrar un segundo centro de detención en Manus (Papúa Nueva Guinea) para el 31 de octubre. Hasta el momento solo 70 refugiados, un 10 por ciento de los retenidos totales, han completado el proceso de reasentamiento.
"El acuerdo cada vez parece más dudoso", ha reconocido el responsable de la ONG Coalición para la Acción de los Refugiados, Ian Rintoul. "Un acuerdo que, por otro lado, nunca ha sido la solución que pretendía el Gobierno australiano".
En virtud del acuerdo, América se comprometía a acoger hasta 1.250 refugiados si Australia hacía lo mismo con refugiados centroamericanos de Costa Rica, en un intento de cerrar los centros de detención de Manus y Nauru, criticados por Naciones Unidas tras acusacones de maltrato a los detenidos, interceptados todos en el mar, a los que nunca se les permitirá la entrada en Australia, dada la durísima legislación vigente.