Participantes en una manifestación contra el Gobierno del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu - Europa Press/Contacto/Eyal Warshavsky
Los principales líderes opositores reclaman su cese por estas palabras, criticadas por varios ministros del Gobierno de Israel
MADRID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un parlamentario del Likud del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha desatado este martes una gran polémica tras tildar a los manifestantes antigubernamentales de "rama" del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), tras los graves incidentes registrados en una protesta celebrada el lunes frente al Parlamento que se saldó con nueve detenidos y tres heridos a causa de la represión por parte de las fuerzas de seguridad.
El parlamentario Nissim Vaturi ha indicado en declaraciones concedidas a la emisora israelí Kol Brama que "hay varias ramas de Hamás", entre las que están "la rama de combate de los malvados terroristas que asesinan niños" y "la rama de las protestas", si bien ha intentado defenderse poco después afirmando que sus palabras "fueron sacadas de contexto".
"Las manifestaciones dañan nuestro poderío nacional, especialmente en periodo de guerra. Hemos escuchado en las investigaciones a terroristas diciendo que lo que les animó a atacar Israel fueron las manifestaciones", ha manifestado en un mensaje en su cuenta en la red social X.
"Las horribles acciones de los nazis de Hamás no merecen ser comparadas con ninguna protesta o acción por parte de un partido político u otro", ha señalado, si bien los destacados opositores Benny Gantz y Yair Lapid a han reclamado ya a Netanyahu que proceda a su cese por estas declaraciones.
Así, Gantz ha afirmado en su cuenta en la red social X que Netanyahu debe "cesar" a Vaturi por sus "condenables declaraciones sobre los manifestantes" y ha reclamado que le sustituya "por una figura digna que respete al Estado de Israel". "No cesarlo es un consentimiento (a sus palabras)", ha argumentado.
En esta línea, Lapid ha recalcado que "los manifestantes son militares y oficiales, son la economía de Israel, profesores y doctores, son el sionismo en su representación" y ha agregado que "Vaturi es un hombre lleno de odio cuyas palabras incendiarias son usadas por los enemigos de Israel enuna demanda en La Haya", en referencia a la demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) acusando a Israel de genocidio en su ofensiva contra la Franja de Gaza.
Lapid ha apuntado así a declaraciones realizadas en el pasado por Vaturi, quien pidió en noviembre de 2023 "quemar Gaza" en la ofensiva contra el enclave tras los ataques perpetrados por Hamás, que dejaron unos 1.200 muertos y 240 secuestrados, y quien apostó por bloquear el suministro de agua a la Franja "hasta la vuelta de los rehenes".
"Estábamos destinados a luchar esta guerra contra Hamás, como está pasando ahora, y afortunadamente llegó desde los cielos", dijo Vaturi en diciembre, provocando otra polémica en Israel. Además, en enero reiteró que "Gaza debe ser quemada" y agregó que "no hay inocentes", lo que llevó a Sudáfrica a incluir sus declaraciones entre las de otros altos cargos israelíes para defender su demanda ante la CIJ.
Por ello, Lapid, líder del opositor Yesh Atid, ha insistido en que "el Likud debería haberle cesado esta mañana de su puesto como vicepresidente de la Knesset", si bien ha reseñado que "no lo hará, porque este Gobierno ha decidido desmantelar el Estado de Israel". "Vaturi es sólo un síntoma", ha argüido a través de su cuenta en X.
A las críticas se han sumado miembros de la coalición gubernamental, entre ellos el ministro de Cultura y Deportes, Miki Zohar, quien ha afirmado que estas declaraciones "profundizan la enorme división existente en la nación", y el titular de la cartera de Educación, Yoav Kisch, quien ha recalcado que la comparación es infundada. "Hay que recordar que somos hermanos", ha indicado.
DENUNCIAS POR LA REPRESIÓN DE LAS MANIFESTACIONES
Las palabras de Vaturi han tenido lugar horas después de los disturbios registrados durante una nueva protesta contra Netanyahu, movilización que ha terminado frente a la residencia del primer ministro israelí, donde algunos asistentes han intentado atravesar las vallas instaladas por la Policía en la zona.
Los organizadores de la protesta han acusado a la Policía de usar fuerza excesiva, empleando cañones de agua contra los manifestantes e hiriendo a tres personas que han necesitado ser hospitalizadas. El agua a presión de uno de estos cañones habría impactado contra una sanitaria, Tal Weissbach, que llevaba un chaleco identificativo.
De hecho, Hagai Levine, uno de los líderes de la organización White Coats, ha afirmado que Weissbach sufre pérdida de visión a causa del impacto directo del agua lanzada por los cañones contra su cara cuando estaba en la calle Radak y ha advertido contra el uso de una fuerza excesiva por parte de las fuerzas de seguridad, según el diario 'The Times of Israel'.
"Según testigos, Weissbach no suponía ninguna amenaza ni participó en ninguna acción violenta. Sus heridas fueron causadas por el uso ilegal de la fuerza por parte de la Policía", ha denunciado, mientras que Mirsham, una organización de médicos residentes, ha pedido la apertura de una investigación para depurar responsabilidades por estos incidentes.
La Policía israelí señaló tras los sucesos que a "última hora" del lunes comenzaron "unos disturbios y un violento motín por parte de cientos de alborotadores" que también atacaron a los policías, provocaron incendios y rompieron vallas. "Tras la infracción del orden, declaramos la protesta ilegal y dispersamos a los manifestantes", añadió.
"Los alborotadores no obedecieron las órdenes del oficial en el lugar, por lo que las fuerzas actuaron usando la fuerza y medios para dispersar a los alborotadores", aseveró, precisando que entre los arrestados algunos son sospechosos de atacar a los agentes y cuatro de haber prendido fuego y agregando que "seguirá permitiendo la libertad de expresión y protesta según la ley, pero no la violación del orden público.
Los manifestantes han pedido la convocatoria de elecciones anticipadas y un acuerdo para la liberación de los rehenes que Hamás y otras facciones mantienen retenidos en la Franja de Gaza, en medio de las conversaciones en torno a una propuesta de alto el fuego desvelada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y presentada a las partes en conflicto.