MADRID, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Parlamento británico ha aprobado este lunes por una amplia mayoría de 354 votos contra 7 aprobar el informe del Comité de Privilegios que ha concluido que el ex primer ministro Boris Johnson mintió en varias ocasiones y a sabiendas ante la Cámara de los Comunes sobre las fiestas organizadas en la sede del Gobierno en plena pandemia, el caso conocido como 'Partygate'.
La consecuencia palpable de la votación más allá de sus repercusiones políticas es que se le retira a Johnson el permiso especial de acceso al Parlamento. El resto de sanciones no serán efectivas debido a su dimisión a su escaño, como una suspensión de 90 días prevista en el informe, según recoge la cadena Sky News.
El debate ha sido intenso y dilatado, algo que no es infrecuente en el Parlamento británico, y al final se ha dado libertad de voto a los diputados del Partido Conservador que lideró Johnson.
Figuras como la ex primera ministra Theresa May han resaltado el "rigor" del informe sometido a votación. "No es fácil juzgar a amigos o compañeros, pero la amistad, trabajar juntos, no debería interponerse para hacer lo que es correcto", ha argumentado. "Felicito a los miembros del Comité de Privilegios por su doloroso trabajo y por su dignidad frente a los ataques a su integridad", ha añadido.
Unos pocos fieles a Johnson han votado en contra, como sir Jacob Rees-Mogg, quien consideró "ridículo" retirar el acceso al Parlmento a Johnson. "Es absolutamente legítimo criticar la conducta de una comisión, criticar a los miembros de una comisión. Eso es la política", ha argumentado.
"Nuestra política es de confrontación (...) y podemos acusar a gente en esta Cámara dentro de los límites del orden, de decir las cosas con las que no estamos de acuerdo", ha añadido. "Tenemos que defender la libertad de expresión. Francamente, si los políticos no pueden soportar las críticas, habría que preguntarse qué están haciendo en política", ha remachado.
El Comité de Privilegios abrió en junio de 2022 su propia investigación sobre un escándalo conocido como 'Partygate' y que ya había derivado en reprimendas tanto de la Policía como de un informe independiente encargado por el Gobierno, en virtud del cual quedó claro que Johnson y su equipo habían incumplido la normativa en vigor.
"Engañó a la Cámara en un asunto de la máxima importancia para la Cámara y para la población y lo hizo de forma reiterada", reza el texto, en el que se detalla incluso que este nivel de manipulación no tiene precedentes para un jefe de Gobierno en ejercicio.
Tras dimitir, Johnson cargó duramente contra el comité, tachándolo de parcial y denunciando que sólo quería expulsarlo de la Cámara de los Comunes. "Es mentira que engañase a la Cámara", ha afirmado, en un comunicado en el que ha apuntado que "ni por un minuto" pensó que se le pudiese reprobar su conducta basándose "en los hechos".
En este sentido, ha recalcado que "creía" que las fiestas "eran legales" y ha extendido la responsabilidad, señalando que "todos" los miembros de su equipo pensaban igual.
"Este informe es una farsa. Me equivoqué al creer en el comité y en su buena fe", ha afirmado Johnson, que en "un día terrible para los diputados y para la democracia". "Corresponde a las personas de este país decidir quién se sienta en el Parlamento, no a Harriet Harman", ha remachado.