MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Asamblea Nacional de Burkina Faso ha aprobado este martes por unanimidad un proyecto de ley para autorizar el reclutamiento de voluntarios para participar junto a las Fuerzas Armadas en operaciones antiterroristas.
Según las informaciones recogidas por el portal local de noticias Infowakat, estas unidades de Voluntarios para la Defensa de la Patria (VDP) serán creadas en un plazo de catorce días después de la promulgación de la ley, lo que será un trámite.
Así, el reclutamiento se llevará a cabo a nivel de aldea o sector bajo un requisito de voluntariedad. La formación de estas VDP en cada zona del país deberá ser además aprobada por las poblaciones locales.
Los criterios para el reclutamiento de estos voluntarios serán precisados a través de un decreto que debe adoptar el consejo de ministros, a proposición del ministro de Defensa.
El presidente de Burkina Faso, Roch Marc Christian Kaboré, ordenó en noviembre el reclutamiento de "voluntarios" para la "defensa" de las "zonas amenazadas" por los grupos terroristas, un día después de la muerte de 38 personas en un ataque contra un convoy de una empresa minera que llevaba escolta armada en el este del país.
"Sólo una movilización general de los hijos e hijas de la nación, sin consideración de región, etnia, opinión política y confesión religiosa, permitirá vencer a estos asesinos sin fe ni ley, que sueñan con someter a sus dictados maquiavélicos nuestra patria y a nuestro valiente pueblo", manifestó.
El Ejército de Burkina Faso ha anunciado este mismo martes la "neutralización" de dos presuntos terroristas durante una operación llevada a cabo el lunes en la localidad de Oudalan, ubicada en el norte del país, tal y como ha recogido la agencia estatal burkinesa de noticias, AIB.
LA AMENAZA YIHADISTA
Burkina Faso ha venido registrando en los últimos meses una creciente actividad de grupos yihadistas. En el país operan Ansarul Islam, un grupo terrorista autóctono, así como el Grupo para el Apoyo del Islam y los Musulmanes (JNIM), una organización yihadista que aglutina a otras cuatro, entre ellas Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y Al Murabitún, y en menor medida Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS).
Además, se ha intensificado la violencia intercomunitaria, que enfrenta principalmente a pastores con agricultores y que ha provocado el desplazamiento de miles de personas.
Ante esta situación, los mandatarios de Francia y los países que integran el G5 del Sahel --Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania y Níger-- anunciaron la semana pasada su voluntad de reforzar su cooperación militar ante el incremento de los ataques yihadistas en el Sahel, tras una cumbre celebrada en la ciudad francesa de Pau.
Según denunció a principios de enero el representante especial de la ONU para el Sahel, Mohamed Ibn Chambas, en los últimos meses la región ha experimentado "un devastador aumento en los ataques terroristas contra objetivos civiles y militares".
En Burkina Faso, Malí y Níger hubo en 2019 más de 4.000 muertos, una cifra que quintuplica los 770 que dejaron las acciones de los grupos terroristas en 2016, según Ibn Chambas. Así, llamó además la atención sobre el hecho de que "el foco geográfico" se está trasladando hacia el este, "amenazando cada vez más a los países costeros de África Occidental".