PRAGA, 18 Dic. (Reuters/EP) -
La cámara baja del Parlamento de República Checa ha reclamado este jueves al Gobierno que rechace las directrices de la Unión Europea (UE) para etiquetar los productos originados en los territorios palestinos ocupados por Israel desde junio de 1967.
La Asamblea ha afirmado que las directrices "están motivadas por un posicionamiento político hacia el Estado de Israel", en una resolución que ha sido apoyada por todos los partidos, a excepción de los comunistas.
El ministro de Cultura, Daniel Hermaann, no se ha pronunciado sobre si el Gobierno rechazará las directrices, al tiempo que ha dado las gracias a la Cámara Baja por la votación. "Es necesario rechazar los intentos de discriminar a la única democracia de Oriente Próximo", ha apuntado.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores ha dicho en un comunicado enviado a la agencia británica de noticias Reuters que el país respeta los compromisos de la UE, si bien ha agregado que considera a Israel un aliado estratégico.
Los países miembro de la UE que no sigan las normas del bloque se exponen a hacer frente a procedimientos y a ser llevados ante los tribunales. Hungría afirmó en noviembre que no etiquetará los bienes producidos en los asentamientos.
Según las directrices, los productos agrícolas como frutas y verduras deberán indicar el origen de forma obligatoria como marca la legislación europea actual, mientras que en el caso de los productos industriales, incluidos los productos alimentarios procesados, los productores o empresas importadoras o distribuidoras podrán hacerlo de forma voluntaria, con la excepción de los productos cosméticos, donde también será obligatorio indicar su origen.
En el caso de los productos donde el etiquetado de origen no es obligatorio, los Estados miembros podrán obligar a indicarlo si evalúan que "el consumidor medio en el país puede tomar una decisión de transacción, que sería diferente si hubiera conocido esta información" en virtud del principio conocido como 'engaño por omisión'. Eso sí, se tendrá en cuenta el origen del producto "global" de manera que, en algunos casos, "puede haber componentes" de los asentamientos como tal.
El comercio entre la UE y los territorios ocupados palestinos en 2014 se elevó a "alrededor de 154 millones de euros", "menos del 1%" del comercio total de la UE con Israel, que se elevó a 30.000 millones de euros el año pasado (17.000 millones las exportaciones europeas a Israel y 13.000 millones las importaciones israelíes al mercado comunitario), según datos del Ejecutivo comunitario.