MADRID, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Parlamento de Estonia --conocido como Riigikogu-- ha votado en contra de la conformación de un comité centrado en investigar a la primera ministra, Kaja Kallas, y las antiguas actividades empresariales de su marido en Rusia incluso cuando ya había iniciado la invasión de Ucrania.
El Comité Constitucional de Riigikogu ya votó la semana pasada en contra de la medida, si bien el pleno del Parlamento estonio debía aún dar su opinión al respecto. La propuesta ha contado tan solo con 16 votos a favor, mientras que otros 52 diputados han votado en contra, según recoge ERR.
Tras la votación, el presidente del opositor Partido del Centro, Tanel Kiik, ha lamentado la decisión del Parlamento pues considera que existe una clara necesidad por sacar a la luz todos los detalles sobre los negocios del marido de Kallas, que la coalición de gobierno se afana por ocultar.
"La primera ministra y las empresas implicadas no han dado respuestas exhaustivas sobre los envíos a Rusia, y el Partido del Centro está firmemente convencido de que se debe crear una comisión de investigación para proporcionar la claridad necesaria", ha recalcado Kiik.
Asimismo, el opositor ha acusado a la jefa de Gobierno de acudir de forma selectiva a las sesiones del Riigikogu en las que se abordó este escándalo, y que además sus explicaciones no sirvieron en ningún caso para aclarar la situación. "Según las encuestas, dos tercios de la población sigue apoyando la dimisión de Kallas", ha zanjado.
El Partido Reformista de la primera ministra cuenta con 37 de los 101 diputados que conforman el Parlamento estonio, mientras que el Partido del Centro cuenta apenas con 16 parlamentarios. Kallas gobierna en coalición con los liberales de Estonia2000 y el Partido Socialdemócrata.
La primera ministra se vio obligada a finales de agosto a salir al paso ante las dudas que suscitó la actividad empresarial de su marido, Arvo Hallik, después de que una empresa vinculada a este último haya participado en el tráfico de mercancías con Rusia, en plena guerra con Ucrania.
La compañía en cuestión, Stark Logistics AS, de la que Hallik era propietario de un 24 por ciento --participación que vendió días después del escándalo-- ha estado involucrada en entregas a un cliente en Rusia, según informó inicialmente la cadena pública estonia ERR.
Ante la polémica, la compañía ha aclarado que se trata de mercancías al margen de las sanciones internacionales, asegurando en concreto que está ayudando a un cliente que cuenta con una planta de aerosoles en Rusia a suspender su actividad, según la agencia Bloomberg.
Días después del escándalo, el presidente de Estonia, Alar Karis, reconoció que su "preferencia personal" hubiera sido que la primera ministra hubiera dimitido para evitar perjudicar la credibilidad del Gobierno y del país a nivel internacional. Kallas anunció hace unas semanas su intención de revalidar el liderazgo al frente del Partido Reformista.