PARÍS, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Parlamento francés ha aprobado este lunes el texto de la reforma laboral impulsada por el nuevo presidente francés, Emmanuel Macron. Esta iniciativa es una de las medidas estrella de Macron, pese a la oposición de sindicatos y partidos, que ya han convocado manifestaciones y huelgas.
Tras diez semanas de consultas y reuniones con diferentes agentes sociales, la ministra de Trabajo, Muriel Pénicaud, ha anunciado este lunes que el Comité de Asuntos Sociales de la Asamblea Nacional ha acordado un borrador de la reforma laboral que será aprobado a finales de esta semana por la Asamblea Nacional y que continuará su tramitación después del receso de agosto.
La reforma acabará con la negociación sectorial y los convenios se negociarán de forma particular en cada empresa. Además, prevé límites fijos en las indemnizaciones por despido, una medida que se espera que facilite el despido y la contratación.
La normativa será aprobada por decreto, una medida que, pese a la polémica que puede suscitar, el Gobierno ha justificado porque acelerará el proceso y permitirá un mayor margen de actuación, evitando repetir pasadas experiencias en las que la entrada en vigor de las reformas se ha retrasado y ha terminado por no ser promulgadas.
Sin embargo, el segundo sindicato más grande de Francia, la CGT, se ha opuesto en firme a la reforma y ha convocado manifestaciones y una huelga para el 12 de septiembre. Las protestas han sido apoyadas por el partido de izquierda La Francia Insumisa. El sindicato más importante del país, CFDT, y el tercero, FO, emitirán su opinión cuando se conozcan los detalles de la reforma.
Macron cuenta con mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. Sin embargo, el Senado está dominado por partidos más conservadores, por lo que la oleada de protestas esperadas supondrán un reto para un presidente cuya popularidad ha caído al 54 por ciento, diez puntos menos en apenas un mes.