BANJUL, 18 (Reuters/EP)
La Asamblea Nacional de Gambia ha aprobado una resolución para autorizar al presidente saliente del país, Yahya Jamé, para continuar tres meses en el cargo desde el final de su mandato, que concluye este miércoles y debería dar paso a la toma de posesión de Adama Barrow, el candidato opositor que ganó las elecciones presidenciales del 1 de diciembre, ha informado la cadena de televisión estatal.
Jamé perdió los comicios celebrados en diciembre y reconoció en un primer momento su derrota en las urnas pero una semana después cambió de opinión y denunció que las elecciones habían sido fraudulentas. Desde entonces, Jamé se ha negado a aceptar su derrota y no ha aclarado si permitirá la toma de posesión de Barrow, prevista para este jueves.
La decisión del Parlamento de Gambia llega después de que Jamé declarara el martes el estado de emergencia y proclamara que no renunciará al cargo hasta que un tribunal estudie el recurso que ha interpuesto contra los resultados confirmados por la comisión electoral.
El Tribunal Supremo debería haberse pronunciado sobre el recurso que presentó Jamé en su día pero el único juez del organismo que está en Gambia descartó emitir un fallo sobre el caso hasta que el Supremo pueda reunirse con todos sus miembros, lo que no sucederá antes de la toma de posesión de Barrow.
Jamé justificó el martes la declaración del estado de emergencia con el argumento de que es necesario para impedir un vacío de poder mientras el Tribunal Supremo estudia su recurso sobre las elecciones presidenciales.
Barrow se encuentra en Senegal y podría incluso tomar posesión como mandatario en la Embajada de Gambia en este país por considerarse territorio gambiano.
Gambia es uno de los países más pequeños de África y solo ha tenido dos gobernantes desde que consiguió su independencia en 1965. Jamé se hizo con el poder mediante un golpe de Estado en 1994 y su régimen ha sido denunciado por torturar y matar a opositores y activistas de los Derechos Humanos.
En las últimas semanas, al menos cinco ministros han decidido abandonar a Jamé y presentar su dimisión y cientos de personas han huido al vecino Senegal y a otros países por temor a que se registren incidentes violentos.