Las movilizaciones contra una reforma fiscal que incluye aumentos de impuestos derivaron en disturbios y un asalto al Parlamento
MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Parlamento de Kenia ha aprobado este miércoles el despliegue de militares para reforzar la seguridad tras los disturbios registrados el martes en la capital, Nairobi, y otras ciudades del país a raíz de la represión de las protestas contra una reforma fiscal que incluye importantes aumentos de impuestos, que deja más de una decena de muertos.
La votación ha tenido lugar después de una propuesta en este sentido por parte del ministro de Defensa keniano, Aden Duale, una decisión criticada por algunos parlamentarios opositores, debido a que además la moción ha sido aprobada en ausencia de medios de comunicación.
"Sin medios, sin la mayoría de los miembros, sin un debate adecuado y en un tiempo récord de 30 minutos, la Asamblea Nacional ha convertido a Kenia en un Estado militar al autorizarse el despliegue del Ejército sin indicar dónde, por qué o durante cuánto tiempo", ha dicho el diputado Otiende Amollo en su cuenta en la red social X.
Según el diario keniano 'The Standard', la votación ha tenido lugar después de que las autoridades impidieran a los medios acceder al Parlamento a raíz de los incidentes del martes. Las autoridades han argumentado que están "analizando la situación" y que las restricciones afectan "a todo el personal ajeno" al organismo legislativo.
El artículo 241 de la Constitución de Kenia contempla que el Ejército "puede ser desplegado para restaurar la paz en cualquier parte de Kenia afectada por disturbios o inestabilidad sólo con aprobación de la Asamblea Nacional", que por ahora no ha dado detalles sobre las condiciones del despliegue, destinado a apoyar a las fuerzas de seguridad.
Las protestas arrancaron durante la jornada del 18 de junio y hasta la fecha habían sido mayormente pacíficas, si bien se había confirmado la muerte de al menos de una persona por disparos de las fuerzas de seguridad. Hasta el momento se han confirmado al menos trece muertos y cerca de 150 heridos en los incidentes del martes.
El presidente keniano, William Ruto, tildó el martes de "traición" las protestas y lamentó que las demandas hayan sido "secuestradas" por los "criminales". "Los acontecimientos de hoy marcan un punto crítico en la forma en que respondemos a las amenazas a la seguridad nacional. Nos aseguraremos de que una situación de esta naturaleza no vuelva a ocurrir", dijo.
Las protestas derivaron en un asalto a la sede del Parlamento en Nairobi, provocando daños en el interior e incendiando parte de las instalaciones. Además, el mazo ceremonial, símbolo de la autoridad del organismo legislativo, fue robado, sin que las autoridades hayan podido recuperarlo hasta ahora.
Por su parte, la Cruz roja de Kenia ha denunciado ataques contra sus vehículos durante las protestas y ha agregado que varios de sus trabajadores han resultado heridos. "No tenemos contacto ni jugamos ningún papel en el traslado de personas que no estén heridas", ha dicho en un mensaje en su cuenta en la red social X.
"Los rumores deben parar. No podemos dar ayuda vital sin acceso y seguridad para nuestro personal y voluntarios. Es crucial que se nos garantice el acceso para que continuemos con nuestros esfuerzos humanitarios, sin interrupciones", ha señalado, antes de tildar de "injusto" que se acusara al organismo de trasladar a "parlamentarios" durante los disturbios.
A pesar de que el Gobierno ha retirado algunas de las propuestas más conflictivas de la propuesta original, los manifestantes exigen que el proyecto sea descartado en su totalidad, mientras que el expresidente Uhuru Kenyatta, predecesor de Rutto, ha hecho un llamamiento al diálogo y ha pedido a las autoridades que recuerden que "el poder y la autoridad les fue donada por el pueblo".