MADRID, 1 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Parlamento del Kurdistán iraquí ha aceptado este martes la dimisión del presidente de la región semiautónoma, Masud Barzani, aplaudiendo su "decisión histórica de respetar la ley y los principios democráticos" y que "se haya sacrificado por la causa justa de la nación".
"El Parlamento del Kurdistán acepta su sugerencia de negarse a continuar en la posición de presidente de la región, no enmendar la ley a tal fin y distribuir los poderes en otras instituciones constitucionales", ha dicho.
En su comunicado, recogido por la cadena de televisión kurda Rudaw, el Parlamento ha mostrado su "seguridad" de que "ceder los poderes de la Presidencia de la región no distanciará a Barzani de la responsabilidad de esta fase".
En este sentido, ha deseado éxito a Barzani, que abandonará el cargo este miércoles, y que "continúe con sus deberes políticos y como peshmerga --combatiente kurdo-- para el futuro".
Barzani es presidente del Kurdistán desde 2005. Ganó las elecciones de 2009 y su mandato se prorrogó a partir de 2013 en hasta dos ocasiones. Con anterioridad, fue clave en la construcción de las instituciones autónomas kurdas en Irak.
Su anuncio de abandonar el cargo el 1 de noviembre desencadenó un ataque contra el Parlamento en protesta por la decisión, así como ataques contra sedes de partidos políticos en la región semiautónoma.
En el marco de los mismos fue asesinado Ekrem Serif, cámara de la cadena de televisión Kurdistan TV, cadena vinculada con el Partido Democrático del Kurdistán (PDK).
La decisión de Barzani se enmarca en el contexto de la crisis entre Bagdad y Erbil que se agudizó tras el referéndum del 25 de septiembre, en el que un 93 por ciento de los electores, según datos oficiales kurdos, votó por separarse de Irak y proclamar la independencia.
La consulta popular, calificada de ilegal por Bagdad, también se llevó a cabo en áreas en disputa, entre ellas la provincia de Kirkuk, una zona que alberga grandes yacimientos de petróleo. El 16 de octubre, el primer ministro y comandante supremo de las Fuerzas Armadas de Irak, Haider al Abadi, lanzó una operación para recuperar la provincia controlada desde 2014 por los peshmerga.
Ese mismo día los militares iraquíes tomaron el control de Kirkuk y varias instalaciones estratégicas. El Gobierno del Kurdistán iraquí ofreció a Bagdad declarar un alto el fuego y empezar el diálogo y a cambio prometió congelar los resultados del referéndum de autodeterminación.