MADRID, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, ha convocado este domingo una sesión de control al Gobierno para que responda, el próximo jueves, sobre la gran explosión de Beirut, que tachó de "crimen" contra la población.
La explosión, ocurrida en un almacén de nitrato de amonio mal protegido, ha simbolizado la negligencia y la corrupción endémica de las autoridades y terminado de enfurecer a los libaneses, hastiados tras años de crisis económica y política, a la que se ha sumado la pandemia de coronavirus.
"Vamos a acribillar al Gobierno a preguntas sobre este gran crimen que ha ocurrido contra la capital y el pueblo libanés", ha avisado Berri en declaraciones recogidas por Naharnet. La sesión dará comienzo en torno a las 10.00, hora local.
Según el último balance, 158 personas murieron y más de 6.000 resultaron heridas por la gigantesca detonación de las 2.700 toneladas de nitrato, que arrasó el puerto de la ciudad, los barrios circundantes y se escuchó desde Chipre, a más de 250 kilómetros de distancia.
Fuentes del diario An Nahar, el periódico árabe de mayor tirada del país, han indicado que el Gobierno atraviesa un momento crítico, dada la ola de dimisiones que están sucediendo en las últimas horas, y que la sesión de control podría suponer fin de las aspiraciones del primer ministro, Hasán Diab, de celebrar elecciones legislativas anticipadas, como prometió el sábado para aplacar a la población.
Las mismas fuentes no descartan que el Ejecutivo en pleno pueda dimitir este domingo o mañana para ahorrarse la sesión parlamentaria.
De hecho, la ministra de Información de Líbano, Manal Abdel Samad, ha anunciado este domingo su dimisión, convirtiéndose así en la primera baja en el Gobierno tras las explosiones que el pasado martes arrasaron el puerto de Beirut.
El ministro de Exteriores, Nassif Hitti, dimitió justo un día antes de las explosiones en Beirut en señal de protesta por el escaso rendimiento del Gobierno, avisando de que Líbano podía convertirse en un "Estado fallido".
Ya el sábado, los tres diputados del partido cristiano Kataeb anunciaron que abandonarán el Parlamento como protesta contra el Gobierno. "Un nuevo Líbano debe nacer sobre las ruinas del antiguo, al que ustedes representan", dijo su líder, Sami Gemayel.
La sangría parlamentaria ha continuado este domingo con la dimisión del diputado Neamat Efrem.
Los libaneses tomaron las calles el pasado mes de octubre por la grave crisis económica que sufre la nación árabe, la peor desde su guerra civil. Las protestas se han reanudado esta semana por las explosiones en Beirut, que los manifestantes achacan a la extendida corrupción.
Al menos un policía ha muerto y otras 728 personas han resultado heridas por los disturbios del sábado. Los manifestantes, que se contaron por miles, llegaron a ocupar varios ministerios y el Gobierno tuvo que desplegar al Ejército.