MADRID, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Parlamento de Líbano ha fracasado este miércoles por 26ª vez en su intento de nombrar a un nuevo presidente, en medio del que se ha convertido el mayor periodo de vacío presidencial en la historia del país.
El presidente del Parlamento, Nabih Berri, ha aplazado las elecciones presidenciales hasta el 12 de agosto después de que no haya podido llevarse a cabo la votación a causa de la falta de quórum, según ha informado el diario libanés 'An Nahar'.
La legislación del país árabe contempla un reparto de poderes según el cual el presidente ha de ser un miembro de la comunidad cristiana, el primer ministro un miembro de la comunidad suní, y el presidente del Parlamento un miembro de la comunidad chií. Es el Parlamento el encargado de elegir al presidente del país.
El Parlamento ha sido hasta ahora incapaz de celebrar una votación debido a la falta de quórum debido al boicot de los parlamentarios del Movimiento 8 de Marzo, que argumentan que sólo votarán cuando haya un acuerdo cerrado para elegir a su candidato, Michel Aoun.
Sin embargo, Aoun cuenta con la oposición del Movimiento 14 de Marzo, que respalda al líder de las Fuerzas Libanesas, Samir Geagea, cuya candidatura ha sido rechazada frontalmente por Hezbolá y otros integrantes del Movimiento 8 de Marzo.
EL VACÍO PRESIDENCIAL MÁS LARGO DE LA HISTORIA
La incapacidad de los partidos políticos de Líbano a la hora de elegir a un nuevo presidente después del fin del mandato de Michel Suleiman el 25 de mayo de 2014 ha llevado al país a sufrir el vacío presidencial más largo en su historia.
Con 418 días cumplidos, el actual vacío presidencial supera los 408 días que siguieron al fin de la Presidencia de Amine Gemayel en septiembre de 1988, quien fue sucedido en noviembre de 1989 por René Moawad.
Pese a su larga duración, la situación de estancamiento en la Presidencia no ha derivado en un conflicto armado, tal y como ocurrió en 1988 y en 2008, y de hecho existen diálogos para intentar alcanzar un acuerdo, si bien no se han registrado avances significativos.
En las dos ocasiones anteriores, las diferencias a la hora de seleccionar al presidente --que ha de pertenecer a la comunidad cristiana-- se saldaron con acuerdos regionales, una opción que parece distante en estos momentos debido a la inestabilidad que sufre Oriente Próximo.