Actualizado: lunes, 22 febrero 2016 2:45


MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Cámara de Representantes de Libia --el Parlamento oficial-- ha aplazado un día el debate sobre el gobierno de unidad propuesto, después de que el enviado especial de Naciones Unidas, Martin Kobler, viajara a Tobruk para intentar persuadir a los miembros del organismo que den su visto bueno.

"Los ojos del pueblo de Libia están en Tobruk. Esperan un gobierno de unidad nacional. Estoy en Tobruk hoy para ayudar, no para interferir", ha indicado el propio Kobler a través de su cuenta en la red social Twitter.

Por el momento no está claro que la Cámara de Representantes vaya a dar 'luz verde' al gobierno de unidad propuesto por el Consejo Presidencial, especialmente teniendo en cuenta que ya rechazó la primera propuesta, realizada hace varias semanas.

De hecho, el organismo pospuso esta semana la votación sobre el gobierno de unidad, a petición del primer ministro designado, Fayez Serraj, debido a la incertidumbre sobre su aprobación.

Serraj había reclamado el aplazamiento después de que dos de los ministros propuestos hayan rechazado sus nombramientos. Asimismo, existen reservas sobre algunos de los nombres que integran el gobierno de unidad, especialmente sobre Mohamed Siala, nombrado ministro de Exteriores, por su presunto apoyo al antiguo líder Muamar Gadafi tras el estallido de la revolución.

Sin embargo, las principales disputas giran en torno a la cartera de Defensa. Los aliados del jefe de las Fuerzas Armadas, el antiguo general renegado Jalifa Haftar, quieren que sea ocupada por uno de sus hombres de confianza, opción que cuenta con una importante oposición en otros sectores del Consejo Presidencial.

El Acuerdo Político de Libia establece la creación de un gobierno de unidad nacional con un primer ministro de consenso apoyado por un Consejo Presidencial con seis viceprimeros ministros y tres ministros, que ya han sido elegidos.

El pacto también contempla la creación de un Consejo de Estado, que será un órgano consultivo integrado por unos 150 representantes que proceden del Congreso General Nacional de Trípoli.

El Parlamento, por su parte, quedará constituido por los miembros de la Cámara de Representantes de Tobruk, mientras que el Gobierno todavía no tiene asignada su sede. Las nuevas autoridades tendrán que alcanzar algunos acuerdos de seguridad para poder establecer en un futuro próximo la sede del Ejecutivo en Trípoli.

El acuerdo contó con el respaldo de más de cien representantes de las delegaciones gubernamentales de Tobruk y Trípoli, aunque no con la firma de los presidentes de las dos cámaras legislativas.

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