MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
El Parlamento de Portugal ha rechazado tal y como estaba previsto los presupuestos generales para 2022 por 117 votos en contra, 108 votos a favor y cinco abstenciones, a pesar de los últimos intentos desesperados del primer ministro, António Costa, por apelar a la unión de la izquierda.
"El Gobierno sale de esta votación con la conciencia tranquila y con la cabeza alta", ha subrayado el primer ministro Costa, quien ha querido dejar un mensaje de tranquilidad a los portugueses, a quienes les ha dicho que pueden seguir confiando en el actual gabinete para seguir gobernando "incluso en las condiciones más adversas".
La presidenta del grupo socialista en la Asamblea, Ana Catarina Mendes, ha lamentado "mucho" que por "cuestiones laterales" las fuerzas de la izquierda no hayan alcanzado un acuerdo. "Hay muchos portugueses que, como yo, están tristes porque no se ha podido completar esta legislatura", ha sentido.
Una de estas fuerzas es el Bloque de Izquierda (BE), que ha preferido no hacer comentarios al salir del pleno de la Asamblea, por cuyos pasillos han ido desfilando los líderes de la oposición conservadora, quienes han coincidido en la necesidad de nuevas elecciones y en responsabilizar a Costa de una situación que se podía haber evitado.
El líder de la oposición, Rui Rio, del Partido Social Democrático (PSD), ha vuelto a pedir la dimisión de Costa por la "sencilla razón" de haber dejado al país "sin gobernabilidad, tanto en sentido político como presupuestario".
Por su parte, el diputado del CDS-PP Telmo Correia ha señalado que era evidente el "fatal" desenlace de esta situación, cuando unos presupuestos que "solo se pueden aprobar por la izquierda" no encuentran consenso entre sus fuerzas. "Lo que me gustaría decir es que teníamos razón. Era inevitable que esto sucediera".
"La alternativa sólo puede venir de la derecha y del centro derecha", ha dicho Correia, quien se ha preguntado si Costa volverá a confiar en sus antiguos socios de gobierno en las próximas elecciones.
Tras el rechazo de la cámara, el primero en la historia democrática del país, el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa ha comenzado este mismo miércoles su ronda de contactos con el primer ministro Costa y el jefe del Parlamento, Eduardo Ferro Rodrigues, en audiencias separadas, mientras que el viernes lo hará con los sectores de la sociedad civil y el sábado con los líderes de los grupos parlamentarios.
Sin embargo, según informa la Presidencia de Portugal, no es hasta el próximo 3 de noviembre cuando Rebelo de Sousa se dirigirá a todo el país tras la celebración de una reunión extraordinaria del Consejo de Estado, como marca la Constitución. Si finalmente decide disolver el Parlamento tendrá, tal y como marca la ley electoral, 55 días para fijar la fecha de las elecciones anticipadas.
Rebelo de Sousa ya se mostró partidario de disolver la Asamblea y volver a sacar las urnas, como pronto en enero de 2022, después de que esta semana hiciera público que había intentado sin éxito que las partes acercasen posturas.
Mientras tanto, Costa ya ha dejado claro que no piensa dimitir y que independientemente de la decisión del presidente de la república, garantizará la gobernabilidad del país. "Hice todo lo que estaba en mi mano para hacer viable estros presupuesto. El Gobierno cumplió con su parte", dijo antes de la votación.
A falta de ver si hay nuevas elecciones y cuándo serían, Costa, que gobierna Portugal desde 2015, ha dejado claro que quiere encabezar de nuevo el Partido Socialista (PS) en los próximos comicios. En las elecciones locales de septiembre, los socialistas se hicieron con la victoria en términos globales, pero perdieron plazas clave como Lisboa.