BENGHAZI, 24 Jun. (Reuters/EP) -
El Parlamento libio con sede en la localidad de Tobruk, elegido en los comicios de junio y reconocido por la comunidad internacional, ha votado a favor de continuar con las conversaciones de paz auspiciadas por Naciones Unidas pero con enmiendas, tras desacuerdos sobre el reparto de poder entre las dos gobiernos rivales del país.
"La Cámara de Representantes ha llegado a acuerdos sobre varias enmiendas en el último borrador de la ONU con un apoyo de 66 de los 76 votos totales", ha afirmado un legislador, Tareq al Jurushi, este miércoles. Asimismo ha agregado que entre estas modificaciones se encuentran reducir los poderes del segundo órgano propuesto y hacer un balance más justo entre las dos facciones.
Los gobiernos occidentales intentan presionar a las dos gobiernos enfrentados para que avancen en el acuerdo de la ONU, en lo que ven como la única vía para poner fin a una crisis que amenaza con dividir al Estado del norte de África cuatro años después del derrocamiento de Muamar Gadafi.
La Cámara de Representantes elegida en junio de 2014 y el Gobierno reconocido por la comunidad internacional operan desde el este, mientras que el Gobierno autoproclamado tiene su sede en la capital, Trípoli.
Después de varios meses de negociaciones en Europa, Argelia y Marruecos, las conversaciones de la ONU se encuentran en un punto delicado, mientras continúan los enfrentamientos sobre el terreno.
A comienzos de este mes, los miembros de la Cámara de Representantes se dividieron sobre si proseguir con las negociaciones o no después de desacuerdos sobre los puntos relacionados con el reparto de poderes, que pedían la creación de una segunda cámara.
Un miembro del Congreso General Nacional (CGN) ha detallado a la agencia Reuters que su equipo de negociación tiene planeado volver a Marruecos para otra ronda de conversaciones a lo largo de esta semana y ha añadido que tiene su propia hoja de enmiendas a la propuesta.
PROPUESTA DE LA ONU
El borrador de acuerdo, que contiene un total de 29 principios de gobierno distribuidos en varias categorías, destaca la necesidad de un compromiso con la protección de la integridad territorial y nacional del país, así como su soberanía, independencia y control total de las fronteras.
Además refleja que la Cámara de Representantes es la única autoridad legislativa del país durante el periodo de transición y muestra el compromiso entre todas las partes a respetar las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
El texto recoge también que el compromiso de crear un Gobierno de unidad, el monopolio del uso legítimo de la fuerza por parte del Estado, el rechazo y la criminalización de todas las formas de violencia, y la condena y lucha contra el terrorismo en todas sus formas.
En otro orden de cosas, contempla la disolución de las brigadas y reintegración de sus integrantes en las fuerzas de seguridad o la vida civil y la retirada de todos estos grupos armados de las zonas residenciales del país.
Por otra parte, asegura que se juzgará y castigará a los responsable de torturas y abusos contra los detenidos y que se establecerá una comisión para investigar a los responsables de cualquier irregularidad durante el conflicto.