ADÍS ABEBA 7 Ago. (Reuters/EP) -
Las facciones rivales de Sudán del Sur han reanudado este jueves las conversaciones de paz, con las que pretenden poner fin a veinte meses de derramamiento de sangre, bajo la creciente presión internacional y la amenaza de nuevas sanciones si no cumplen con la fecha límite del 17 de agosto.
Cuatro años después de la independencia de Sudán del Sur, el país más joven del mundo continúa atrapado en el conflicto. Tras su independencia de Sudán en julio de 2011, el nuevo país firmó un acuerdo de paz para acabar con la guerra civil de mayor duración de África.
Sin embargo, en diciembre de 2013 estalló un nuevo conflicto tras una lucha de poder entre las fuerzas leales al presidente Salva Kiir y los rebeldes que apoyan al exvicepresidente de Sudán del Sur Riek Machar.
Esta devastadora guerra civil ya ha provocado la muerte de unas 10.000 personas y más de 1,6 millones de desplazados internos, de los que unos 800.000 son menores de 18 años. Asimismo, más de 550.000 sursudaneses han buscado refugio en otros países.
Varias rondas de conversaciones celebradas en la capital de Etiopía, Adís Abeba, no han logrado romper el punto muerto. De hecho, ambas partes siguen violando constantemente las ofertas de alto el fuego.
"Una solución perfecta a un problema como el de la actual crisis en Sudán del Sur es imposible de lograr. (...) Sin embargo, es posible alcanzar soluciones de compromiso", ha señalado el diplomático etíope Seyum Mesfin, principal mediador junto a la Autoridad Intergubernamental sobre el Desarrollo (IGAD) de África Oriental --bloque integrado por Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán, Uganda, Yibuti y Eritrea--.
Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto sanciones a comandantes de ambos lados. Asimismo, durante una visita a Etiopía el mes pasado, el presidente estadounidense, Barack Obama, ha advertido de que ambas partes se enfrentarán a nuevas sanciones si no muestran un gran avance de cara a la fecha límite.