Actualizado: martes, 8 marzo 2016 13:55

PEKÍN 8 Mar. (Reuters/EP) -

El "terrorismo violento" en la región de Xinjiang, en el oeste de China, ha disminuido notablemente desde 2015, según ha informado el secretario del Partido Comunista chino (PCCh) en la región, Zhang Chunxian.

Cientos de personas han muerto en los últimos años en la región de Xinjiang por la violencia entre los musulmanes uigures y la mayoría étnica han. Esta provincia rica en recursos está estratégicamente situada en la frontera con Asia central.

Las autoridades han culpado de los enfrentamientos a los milicianos islamistas, aunque grupos defensores de los Derechos Humanos y exiliados culpan de los problemas a los controles del Gobierno sobre la religión y la cultura de los uigures. Por su parte, China ha negado cualquier represión sobre Xinjiang.

La administración religiosa y la unidad étnica han hecho "cambios esperanzadores" y la gente y los funcionarios tienen "buen ánimo", ha asegurado Zhang en el marco de la reunión anual del Parlamento chino.

"Los incidentes violentos han descendido significativamente", ha explicado Zhang, que ha añadido que las campañas preventivas del Gobierno han aumentado.

Sin embargo, Zhang ha informado de que las condiciones para combatir el terrorismo y mantener la estabilidad en la región siguen siendo complicadas. "En donde exista la mentalidad terrorista y los comportamientos extremistas, mantendremos nuestra política de firmeza", ha añadido.

En noviembre de 2015, el Gobierno chino informó de que había matado a 28 miembros de un grupo que llevó a cabo un ataque en septiembre en una mina de la provincia que se saldó con al menos 16 muertos.

Sin embargo, todavía no está claro por qué el Gobierno no informó antes del ataque. Tampoco se ha informado de otros ataques hasta días o incluso semanas después de que sucedieran y, según denuncian algunos grupos defensores de los Derechos Humanos, China nunca ha presentado una prueba convincente sobre la existencia de un grupo miliciano que luche contra el Gobierno.

Altos funcionarios chinos han descrito los desafíos de seguridad en Xinjiang como un frente importante en la lucha global contra el terrorismo. Zhang informó anteriormente de que algunas personas de la región habían ido a luchar con el grupo terrorista Estado Islámico.

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