MADRID 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Partido Laborista de Reino Unido ha apartado a su anterior líder, Jeremy Corbyn, por su postura en relación a las acusaciones de antisemitismo en el seno de la formación, que han quedado en evidencia en un esperado informe publicado este jueves y que da cuenta de "graves fallos" por parte de la antigua cúpula.
La investigación llevada a cabo por la Comisión de Igualdad y Derechos Humanos ha concluido que los laboristas no respondieron a las quejas presentadas durante la etapa de Corbyn y que, de hecho, hubo injerencia por parte de la oficina del anterior líder de la oposición británico.
Así, ha estimado que el partido es responsable de los "actos ilegales de acoso y discriminación" ocurridos entre sus filas, tanto por fomentar ciertos mensajes estereotipados sobre los judíos como por restar importancia a las quejas, algo que hizo el propio Corbyn.
El actuar líder del partido, Keir Stamer, ha prometido poner en práctica las recomendaciones del informe "cuanto antes" y ha considerado su publicación "un día de vergüenza" para el laborismo británico, lejos del discurso combativo que ha seguido demostrando Corbyn.
El anterior responsable de la formación ha alegado que su equipo intentó "acelerar, no entorpecer" el proceso de investigación de las denuncias y ha asegurado que el caso se ha "exagerado" por "razones políticas", según la cadena BBC.
Estas palabras le han costado la reprobación de sus propios compañeros. "En vista de los comentarios de hoy y su incapacidad para retractarse, el Partido Laborista ha suspendido a Jeremy Corbyn a la espera de una investigación", ha informado la formación, que también ha apartado al exlíder de su labor parlamentaria.