HARARE, 8 Nov. (Reuters/EP) -
El partido gobernante en Zimbabue, ZANU-PF, ha expulsado este miércoles al que hasta hace unos días era el vicepresidente del país, Emmerson Mnangagwa, caído en desgracia por su aspiración de suceder a Robert Mugabe en el poder, algo para lo que el longevo mandatario parece tener en mente a su propia esposa, Grace Mugabe.
Mnangagwa fue destituido el pasado lunes por supuestas deslealtades, faltas de respeto y engaños, según los argumentos esgrimidos por el Gobierno zimbabuense, aunque hacía tiempo que sus continuas fricciones con el matrimonio Mugabe vaticinaban un fatal desenlace.
Mnangagwa sonaba como potencial sucesor de Mugabe, de 93 años, por lo que ahora gana enteros la posibilidad de que sea la mujer del presidente quien termine asumiendo el poder. La rivalidad se ha hecho más que evidente en estos últimos meses, con cruces de reproches y acusaciones en público.
Mnangagwa denunció este mes que había sido víctima de un intento de envenenamiento durante un acto en Gutu que le obligó a trasladarse a Sudáfrica para recibir tratamiento. El otro vicepresidente, Phelekezela Mphoko, acusó a Mnangagwa de intentar dañar la imagen del jefe de Estado con este tipo de denuncias.
La Liga Juvenil de ZANU-PF ya ha respaldado a la primera dama como candidata a la Vicepresidencia de la formación de cara al congreso que tendrá lugar en diciembre. Uno de los argumentos esgrimidos por las juventudes oficialistas es precisamente la lealtad de Grace Mugabe al presidente.