WINDHOEK 27 Nov. (Reuters/EP) -
El partido que actualmente gobierna en Namibia, SWAPO, ampliaría su mandato, de casi un cuarto de siglo, en las elecciones de este viernes debido al apoyo de los votantes e inversores de las fábricas de uranio y diamantes, que buscan estabilidad frente a la crisis de materias primas global.
El que fuera un movimiento de liberación ha mantenido su amplio apoyo como partido en el Gobierno al mando de una de las economías más solventes de África, a pesar de los crecientes movimientos disidentes que han surgido por la creciente pobreza, desigualdad y escasez de viviendas.
Más de 100 personas se manifestaron en la capital la semana pasada en reclamo de un reparto de tierras, y la opositora Alianza Democrática de Turnhalle está ganando cada vez más adeptos. Pero los analistas han negado que pueda amenazar a la actual mayoría parlamentaria de SWAPO, que cuenta con el respaldo de dos tercios del Parlamento.
"Queremos impulsar la prosperidad en Namibia. Queremos emancipar a nuestro pueblo de las dificultades económicas", ha afirmado el primer ministro, Hage Geingob, ante miles de votantes en un mitín en el norte del país durante su campaña para convertirse en el tercer presidente del país. El actual mandatario, Hifikepunye Pohamba, no puede presentarse a unas nuevas elecciones debido a la restricción de dos legislaturas.
SWAPO, en el poder desde la independencia en 1990, ha llevado a cabo una campaña publicitaria con mucha visibilidad, que incluye dos enormes vallas sobre la autopista y una bandera que recorre toda la avenida de la Independencia de la capital.
El hecho de que Geingob proceda de la minoría étnica damara también contribuye a aumentar su encanto entre los votantes del país, que tiene 2,3 millones de personas de, al menos, 11 grupos étnicos.
"Es el tiempo del cambio. Veo el futuro de manera optimista bajo su mandato", ha afirmado el banquero de 27 años Lucky Shindume.
BONANZA ECONÓMICA
"Existen problemas pero la situación no es tan mala. SWAPO ha hecho mucho por el país y todavía puede hacer más", ha afirmado a Reuters el vendedor de seguros Willem Xoagub.
Namibia tiene la ambición de convertirse en la segunda potencia mundial en producción de uranio, después de Kazajistán, con la construcción de la mina Husab, respaldada por China, donde se prevé que comience la producción en la segunda mitad de 2015.
Se trata de una de las economías que más se está desarrollando y se espera que el crecimiento aumente un cinco por ciento en 2014, seis décimas más que el año pasado, con el apuntalamiento del crecimiento en los sectores de la minería y la energía.
Pero bajar los precios del metal, especialmente de las exportaciones de uranio, conlleva un riesgo, de acuerdo con el Banco Central de Namibia.