KINSHASA, 20 Jul. (Reuters/EP) -
El presidente de República Democrática del Congo (RDC), Joseph Kabila, y su familia tienen participaciones en más de 80 empresas en el país y en el extranjero por un valor que ronda los 10 millones de dólares, más de 8,5 millones de euros, según un informe del Congo Research Group con la Universidad de Nueva York.
El estudio está basado casi por completo en registros públicos como títulos de tierras y documentos de adquisición y supone la investigación más completa realizada sobre la fortuna de la familia Kabila tras dos décadas en el poder.
La información no implica malas prácticas o delitos por parte del presidente, a quien la Constitución prohíbe ejercer cualquier actividad profesional pero no ser propietario de empresas o realizar inversiones.
"A nadie se le impide tener activos por ser de la familia Kabila", ha declarado a Reuters el portavoz del Gobierno, Lambert Mende. "Si alguien piensa que (Kabila) cometió un acto censurable relacionado con esos bienes, puede dirigirse al sistema de Justicia", ha apuntado.
"Una lectura moderada de los documentos sugiere que sus compañías han tenido cientos de millones de dólares en ingresos desde 2003 y que poseen activos que fácilmente valen muchas decenas de millones de dólares", recoge el informe.
El padre de Kabila, Laurent-Desire, llegó al poder de RDC en 1997, pero antes vivió exiliado con su familia en Tanzania, donde, según el informe y otras investigaciones, la familia fue amasando una pequeña fortuna. Tras su asesinato, Kabila sucedió a su padre en 2001.
Actualmente y según el informe, las propiedades de la familia Kabila constituyen más de 70.000 hectáreas de tierras agrícolas, participaciones en la mayor red de telefonía móvil del país y más de 100 licencias de minería de diamantes y oro.
El mandato de Kabila debería haber terminado en diciembre de 2016, sin embargo, el presidente aplazó las elecciones alegando restricciones presupuestarias y demoras en las inscripciones de los votantes.
El Congo Research Group es un organismo sin ánimo de lucro dirigido por Jason Stearns, exinvestigador de Naciones Unidas en RDC.