ISLAMABAD 21 Abr. (Reuters/EP) -
El presidente chino, Xi Jinping, ha agradecido este martes la contribución de Pakistán a la seguridad en el oeste de China, donde una minoría musulmana cuestiona la autoridad de Pekín, mientras que Islamabad ha prometido más colaboración contra el terrorismo.
"A lo largo de los años, Pakistán ha superado todo tipo de dificultades y ha contribuido enormemente a la seguridad y la estabilidad de la frontera occidental de China", ha asegurado Xi en un discurso en el Parlamento paquistaní. "Esto es algo que nunca olvidaremos", ha prometido.
Xi también ha pedido una mayor cooperación económica entre ambos países, un día después de que lanzaran un proyecto de interconexión por valor de unos 43.000 millones de euros. Ha vinculado esa cooperación con la seguridad, afirmando que los dos países "comparten un interés común" por la misma.
El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, ha asegurado que, para su país, la seguridad de China es tan importante como la suya propia. "Lucharemos juntos para eliminar la amenaza del terrorismo. Nuestros esfuerzos conjuntos han tenido éxito hasta el momento, pero debemos intensificarlos para conseguir nuestros objetivos", ha declarado.
ATAQUE SIN VÍCTIMAS
Unos presuntos terroristas han atacado este martes un radar de control aéreo en Gwadar, en el sur de Pakistán, con granadas propulsadas por cohetes y armas automáticas, según un agente de aviación. No ha habido víctimas.
A China le preocupa el conflicto con los separatistas musulmanes de Sinkiang --una región autónoma del noroeste del país--, a quienes culpa de una cadena de atentados a lo largo del año pasado. Cree que operan conjuntamente con terroristas paquistaníes.
Los lazos entre Pekín e Islamabad se apoyan en un recelo común hacia India y en el deseo de contrarrestar la influencia de Estados Unidos en el sur de Asia. Actualmente están en la fase final de las negociaciones para que China venda a Pakistán ocho submarinos.
El proyecto que ambos países lanzaron este lunes buscan establecer un 'puente económico' entre el puerto de Gwadar, en la costa paquistaní del mar Arábigo, y la región china de Sinkiang. Se tratará de una red de carreteras, vías férreas y tuberías que pasará por la provincia paquistaní de Baluchistán, en la que una insurgencia separatista pondrá probablemente en cuestión la viabilidad del plan.