MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
Pekín ha negado este viernes que durante la llamada telefónica del presidente chino, Xi Jinping, con su homólogo estadounidense, Joe Biden, se haya tratado la situación en la región de Xinjiang, en el noroeste del país, donde reside en mayor medida el grupo étnico minoritario de los uigures.
"Puedo decirle que las acusaciones de 'genocidio' y 'trabajo forzado' en Xinjiang son puras mentiras. Usted dijo que la secretaria de prensa de la Casa Blanca afirmó que el 'genocidio' y 'trabajo forzado' surgieron en la llamada de anoche. Eso es desinformación", ha sentenciado en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Exteriores, Zhao Lijian.
En concreto, se refería a las palabras de la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, quien ha dicho este viernes que Biden le planteó a Xi "el genocidio y las prácticas de trabajo forzoso por parte de la República Popular China".
"Eso es algo que planteó, sobre los Derechos Humanos, como siempre lo hace. Esto es, como hemos dicho, que cada vez que el presidente tiene una oportunidad, la plantea cuando se reúne con otro líder. Hizo un llamamiento a China para que deje de cometer abusos contra los Derechos Humanos", ha recalcado.
Preguntada por los periodistas a la reacción del presidente chino ante este tema, la portavoz de la Casa Blanca ha dicho en rueda de prensa, que "no puede hablar por Xi" y que, por lo tanto, "tendría que responder por su cuenta" a dicha pregunta.
Durante el intercambio entre Biden y Xi, que duró alrededor de dos horas, según recogió la cadena estadounidense CNN, ambos trataron, en la que fue su quinta conversación desde febrero de 2021, una variedad de temas, desde las tensiones que rodean a Taiwán hasta la competencia económica y la guerra en Ucrania, aunque según China no el tema de la represión de esta minoría musulmana.
Las autoridades chinas han puesto en marcha una serie de medidas en la región de Xinjiang que han provocado fricción entre el gigante asiático y la comunidad internacional, especialmente Estados Unidos, que ha llegado a acusar a Pekín de cometer violaciones contra los Derechos Humanos e incluso genocidio contra la población uigur.