El presidente filipino reivindica los "derechos de Filipinas" en la zona
MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
Las autoridades de China han pedido este jueves al Gobierno de Filipinas tomar una "decisión racional" respecto a las crecientes tensiones entre las partes en las aguas en disputa del mar de China Meridional, especialmente después de que el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., abogara esta semana por un "cambio de paradigma" en sus relaciones con Pekín.
El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, ha pedido a Filipinas abordar estas cuestiones mediante el diálogo ante las "graves dificultades" que atraviesan las relaciones bilaterales y ha alertado de que "cualquier error de cálculo" podría provocar una "respuesta con determinación" por parte del gigante asiático.
"Las relaciones entre China y Filipinas se encuentran en una encrucijada", ha manifestado Wang durante una conversación telefónica con su homólogo filipino, Enrique Manalo, después de que varios vídeos grabados por la Guardia Costera de Filipinas mostraran a buques chinos disparando cañones de agua contra algunas de sus embarcaciones en la zona.
A medida que Pekín y Manila intercambian duras acusaciones ante los últimos incidentes en el mar de China Meridional, Wang ha recalcado ahora que la "máxima prioridad es gestionar y controlar adecuadamente la actual situación marítima". "Si Filipinas se equivoca, (...) China defenderá sus derechos y responderá", ha manifestado, según un comunicado del Ministerio de Exteriores chino.
Por su parte, Filipinas ha acusado a los guardacostas chinos de colisionar intencionadamente con sus barcos y de utilizar cañones de agua y otros elementos de uso militar contra las embarcaciones de la Guardia Costera. China, sin embargo, ha acusado a los barcos filipinos de "invadir" su territorio.
Este mismo jueves, el presidente filipino ha reivindicado los "derechos de Filipinas" en la zona y ha señalado que las autoridades seguirán adelante con sus demandas de acuerdo con la Constitución filipina y el Derecho Internacional".
Marcos ha asegurado que la actual crisis con Pekín supone una "demostración del coraje de los filipinos ante las presiones y la gran determinación a proteger, preservar y garantizar su integridad territorial". "Seguimos teniendo fuerza a pesar de los muchos intentos de provocación", ha dicho en un discurso ante el Ejército.
El deterioro de las relaciones se enmarca en el aumento de los contactos entre Filipinas y países como Japón y Estados Unidos. Una escalada que lleve a una confrontación bélica, aunque improbable, pondría en peligro la estabilidad en la región debido a las diferentes alianzas forjadas en la zona.