CIUDAD DE MÉXICO, 15 Ago. (Reuters/EP) -
La Presidencia de México ha negado este martes que la campaña de Enrique Peña Nieto para las elecciones de 2012 estuviese financiada en parte por sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, implicada en todo tipo de corruptelas en más de una decena de países de América Latina.
El periódico brasileño 'O Globo' reveló durante el fin de semana una serie de documentos que señalaban a uno de los principales asesores de Peña Nieto, Emilio Lozoya, como responsable de la recepción de estos sobornos. Con este dinero, la constructora supuestamente se aseguraba hacerse con una refinería.
La Presidencia mexicana ha tachado en un comunicado de "absurdas" e "irresponsables" estas acusaciones y ha alegado que las autoridades electorales no detectaron ninguna financiación ilegal cuando examinaron las cuentas de la campaña.
Odebrecht ha admitido ante autoridades de Estados Unidos y Brasil que pagó en México sobornos por valor de 10,5 millones de dólares, aunque los detalles de este dinero no se han hecho públicos, como sí ha ocurrido en el caso de otros países de la región.
El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) que lidera Andrés Manuel López Obrador, ha pedido a la Fiscalía mexicana que abra una investigación sobre Lozoya, quien también dirigió la petrolera estatal (Pemex) entre los años 2013 y 2016. Según la diputada Rocío Nahle, el exasesor de Peña Nieto podría haberse servido de esta compañía para su enriquecimientto personal.
Lozoya ha reaccionado en Twitter apara amenazar con demandar a quienes formulen "acusaciones sin fundamento", que "deberán probar con hechos". "Expreso mi mayor rechazo a la impunidad con la que se conducen estas acusaciones sin sustento", ha subrayado en una escueta nota.