MADRID, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha asegurado este miércoles que la primera etapa de la lucha contra el grupo yihadista ha terminado "con éxito", recalcando que los esfuerzos se centran ahora en "desmantelar y fragmentar" al grupo.
El portavoz del Pentágono, Steve Warren, ha afirmado que "hace un año y medio se veían imágenes de convoyes del Estado Islámico moviéndose libremente en Mosul y otras partes de Irak".
"Estos días han pasado. Nuestro enemigo ha sido debilitado y ahora trabajamos para fracturarlo", ha recalcado, agregando que la formación extremista ha perdido "más del 40 por ciento" del territorio que llegó a controlar en Irak y Siria.
Así, ha apuntado que, "si bien el Estado Islámico puede llevar a cabo algunos ataques complejos, no ha conseguido hacerse con zonas clave en casi un año", añadiendo que "la fase de degradación del enemigo tuvo éxito".
"Fue un esfuerzo para eliminar la capacidad del Estado Islámico de operar como una fuerza convencional", ha señalado Warren, detallando que la segunda fase se centrará en "ayudar a los aliados a desmantelar al enemigo, fragmentar sus fuerzas, aislar sus centros de gravedad y liberar el terreno que controla".
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha subrayado este mismo miércoles que la coalición que encabeza Washington ha conseguido que el Estado Islámico se ponga a la defensiva, matando a sus líderes y arrebatándole parte del territorio que tenía en sus manos.
Estados Unidos lidera una coalición antiterrorista que realiza ataques aéreos en Siria e Irak y con la que intenta contener la amenaza que supone el Estado Islámico en todos los frentes.
El Gobierno estadounidense estima que el número de milicianos que forman parte del grupo terrorista ha caído a su nivel más bajo desde 2014, lo que reflejaría la pérdida de capital humano para el autoproclamado 'califato'.
El secretario de Estado adjunto norteamericano, Antony Blinken, destacó el martes durante una comparecencia en el Senado que la capacidad del Estado Islámico en Siria e Irak se ha reducido a niveles inéditos durante los últimos dos años.