Reuven Rivlin asume la jefatura de Estado con la promesa de que el "terrorismo" no "derrotará" a los israelíes
JERUSALÉN, 24 Jul. (Reuters/EP) -
El presidente saliente de Israel, Simon Peres, ha traspasado este jueves oficialmente la jefatura de Estado a Reuven Rivlin, en una ceremonia marcada por la incesante ofensiva en la Franja de Gaza y en la que ha dicho que confía que la paz pueda llegar "algún día" a Oriente Próximo.
La toma de posesión de Rivlin pone fin al mandato del premio Nobel de la Paz Simon Peres, que a sus 90 años pasa página a siete de presidencia en los que ha mantenido una postura más conciliadora con los palestinos que la de otras figuras políticas como el actual primer ministro, Benjamin Netanyahu.
Peres ha recordado en su discurso a los profetas bíblicos que abogaban por "justicia" y "paz" y ha dado a entender que su salida de la presidencia no supone su retirada completa. "No renunciaré a mi derecho de servir a mi pueblo y a mi país. Seguiré ayudando a construir mi país, con la profunda creencia de que algún día conoceremos la paz", ha apuntado.
El mandatario saliente ha defendido la ofensiva lanzada por Israel en la Franja de Gaza y que ha dejado ya más de 700 palestinos muertos. Así, ha insistido en que "Israel no es enemigo del pueblo de Gaza" y ha acusado a Hamás de convertir el enclave costero en una "tragedia" al poner en riesgo a la población civil.
Peres ha llamado también a analizar los posibles errores en los que estaría incurriendo Israel durante su ofensiva. "En estos días difíciles en los que los ojos de la nación están puestos en sus líderes, en vosotros, por favor no esquivéis el debate. Es la esencia de la democracia", ha subrayado.
CONTRARIO A UN NUEVO ESTADO
Tras Peres, la Presidencia de Israel cae en manos de un miembro del partido Likud de Netanyahu. Rivlin, antiguo presidente del Parlamento, se opone a la creación de un Estado palestino, algo que sí contemplaba su predecesor.
El nuevo presidente, 74 años, ha tomado posesión del cargo con lágrimas en los ojos pero ha adoptado una actitud combatiba en su discurso, en el que ha advertido de que el "terrorismo" no "derrotará" a Israel.