LONDRES, 6 Mar. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
La falta de legislación apropiada para acabar con los abusos sexuales y las violaciones a nivel mundial consolida la "epidemia de violencia sexual" y ofrece cierta impunidad a los agresores, especialmente en países como Bahréin, Filipinas, Irak, Túnez y Tayikistán, donde los hombres pueden contraer matrimonio con las víctimas.
En al menos una decena de países en todo el mundo, como India, está permitida la violación dentro del matrimonio, según ha alertado la ONG Equality Now, que ha indicado en el marco del Día Internacional de la Mujer que en muchas ocasiones estas leyes amparan la violación de menores a pesar de que esos matrimonios sean ilegales.
"Desafiamos a los gobiernos a revisar sus leyes y asegurarse de que estas protejan a las niñas de la violencia sexual", ha aseverado la directora del grupo legal de Equality Now, Antonia Kirkland. "Queremos que los estados transformen sus leyes y políticas, principalmente para prevenir la violencia sexual y, en caso de que esto no funcione, para facilitar el acceso a la justicia por parte de las víctimas", ha señalado.
Un tercio de las mujeres a nivel global han sufrido violencia física o sexual alguna vez en su vida y una de cada diez niñas ha sido violada o ha sufrido abusos sexuales, según datos de la ONU. La ONG ha advertido de que la violencia sexual tiene efectos drásticos sobre las comunidades y la economía de los países.
"A menos que los gobiernes reformen sus leyes sobre la violación y los abusos sexuales y las implementen de manera efectiva, no creo que veamos una disminución de los abusos contra las mujeres y las niñas en todo el mundo", ha afirmado la directora de la ONG, Yasmeen Hassan.
IMPUNIDAD
Según un informe realizado por Equality Now, la impunidad supone uno de los principales problemas a la hora de frenar este tipo de violencia en todo el mundo. Varios grupos de activistas han señalado que la legislación que da cabida a la impunidad no sólo niega la justicia a las víctimas sino que además les envía el mensaje de que la violación no es un delito serio.
"Manda la señal de que está bien que las mujeres y las niñas sean violadas", ha manifestado Kirkland. "Creemos que las leyes son el primer paso para transformar la sociedad y cambiar esto. Sin equidad es muy difícil cambiar la situación", ha aseverado.
El documento también analiza aquellas legislaciones y medidas que socaven la investigación de la violencia sexual. La ONG ha señalado que en algunos países, como Líbano, Jordania, Irak y Bahréin, las mujeres pueden ser castigadas por adulterio si éstas no pueden probar que realmente fueron agredidas sexualmente.