PARÍS, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
Una persona ha muerto decapitada y dos más han resultado heridas a consecuencia de un presunto atentado islamista cometido por dos personas contra una fábrica química del departamento de Isère, en el este del país. Uno de los presuntos autores ha sido detenido.
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El suceso ha tenido lugar en la localidad de Saint-Quentin-Fallavier, cerca de Grenoble, donde los dos hombres habrían irrumpido en la fábrica a bordo de una camioneta. Posteriormente, se ha producido en el interior una fuerte explosión, atribuida por los medios franceses a bombonas de gas.
"A las 9.30 oímos una deflagración enorme, tuve miedo", ha contado la responsable de un hotel situada a unos cien metros. "Pensé en que había pasado algo en una fábrica de productos químicos, jamás me habría imaginado un atentado", ha contado esta mujer al periódico 'Le Figaro'.
Las fuerzas de seguridad han activado un amplio dispositivo en la zona, donde han localizado el cadáver de una persona decapitada. La Fiscalía ha descartado que el cuerpo corresponda a alguno de los trabajadores de la fábrica asaltada, ha informado el periódico 'Le Monde'.
La Fiscalía antiterrorista de París ha asumido las investigaciones por lo ocurrido. La dirección antiterrorista (SDAT) y la de seguridad interior (DGSI) estudian por el momento la comisión de varios delitos, entre ellos cargos de asesinato o de terrorismo.
El presidente francés, François Hollande, tiene previsto abandonar el Consejo Europeo de Bruselas y regresar a primera hora de la tarde a París. Una vez allí presidirá el Consejo de Defensa que ha sido convocado para las 15:00 horas, según ha informado el ministro de Defensa, Jean-Ivez Le Drian.
Por su parte, el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, se encuentra ya en Saint-Quentin Fallavier, mientras que el primer ministro francés, Manuel Valls, ha ordenado reforzar la seguridad "para garantizar una vigilancia reforzada en todos los lugares sensibles de la región de Ródano-Alpes".
ESTADO ISLÁMICO
Los medios locales han asegurado que al menos uno de los autores dijo ser miembro del grupo terrorista Estado Islámico al entrar en la fábrica, donde también se habrían exhibido banderas yihadistas. Junto a la cabeza, había una inscripción en árabe, en el marco de una escena tachada de "macabra" por una fuente policial citada por 'Le Monde'.
A pesar de este posible trasfondo islamista, fuentes del Ministerio del Interior citadas por 'Libération' han asegurado que el Gobierno de Francia no tiene ningún elemento que reafirme la autoría de Estado Islámico.