MADRID, 6 May. (Por Miguel Angel Benedicto, profesor de la Facultad de Comunicación y Ciencias Sociales de la Universidad Europea) -
Aunque Bruselas no esté en el primer plano de la campaña electoral británica, su importancia para el futuro del Reino Unido y de la UE es más que manifiesta. La permanencia o salida del Reino Unido de Europa, el llamado Brexit, no está entre las máximas preocupaciones del británico medio en estas elecciones. Sin embargo, los empresarios y la City londinense sí lo tienen en el punto en el mira porque serían los más perjudicados, si algun día se produce esa salida. A nivel internacional, la pérdida de influencia de Londres sería considerable.
Los partidos políticos no se han pronunciado sobre esta materia en exceso durante la campaña electoral. El partido Conservador y su líder David Cameron fueron quienes propusieron la celebración de un referéndum sobre la permanencia en la UE para 2017 en caso de ganar las elecciones. Sin embargo, en campaña no han hecho mención alguna alguna a la consulta.
Sus aliados de gobierno, el partido Liberal Demócrata, cuyo jefe de filas, Nick Clegg, es un europeísta de pro pues tanto él como su esposa trabajaron en la Comisión Europea, ha comentado que solo sería partidario de la consulta en el caso de que se introdujeran cambios sustanciales en los tratados actuales que rigen a los 28 estados miembros.
En la izquierda, el partido Laborista de Ed Miliband es totalmente europeísta y su posible aliado, tras unos comicios en los que nadie parece que pueda gobernar en solitario según las encuestas, el Partido Nacionalistas Escocés (SNP) de Nicola Sturgeon, la estrella de la campaña, también está por la permanencia en la UE.
El UKIP de Nigel Farage es antieuropeo pese a que tanto él como su esposa viven del sueldo que les paga ese Parlamento Europeo que desearían ver vacio.
LOS PROGRAMAS POLÍTICOS
En los programas políticos de los partidos británicos no hay grandes referencias a la UE. Los conservadores se comprometen a celebrar la consulta y a negociar, previamente, un nuevo acuerdo del papel de Reino Unido en la UE. En ese acuerdo se buscaría proteger la posición británica en el mercado único frente a la eurozona, un papel más fuerte de los parlamentos nacionales a la hora de legislar en la UE y el retorno de poderes desde Bruselas a los Estados. Asimismo, Cameron propondrá la limitación del acceso de los inmigrantes al sistema de bienestar británico.
En el lado laborista se habla de devolver a Londres un papel de liderazgo en una Unión Europea reformada. Miliband descarta la entrada en el euro y apoya el retorno de ciertos poderes de la UE a los parlamentos nacionales.
Los liberal democrátas defiende la permanencia en la UE pero Clegg podría aceptar un referéndum si forma una segunda coalición con los conservadores como parte de un acuerdo más amplio
EL MUNDO DE LOS NEGOCIOS NO QUIERE EL BREXIT
Si ganan los conservadores y consiguen formar gobierno, el referéndum de celebrará y Cameron se tendrá que batir contra las huestes antieuropeístas de su partido. Ni al líder conservador ni al mundo de los negocios británico les interesa estar fuera de la UE.
Reino Unido es la quinta economía más grande del mundo. El 63% de las 3.800 empresas de Reino Unido cree que el abandono de la UE tendría un impacto negativo en la economía británica, según un encuesta de la BBC. A los empresarios europeos y estadounidenses les preocupa más un Reino Unido fuera de la UE que el abandono del euro por parte de Grecia. Hay que tener en cuenta que la salida de la UE costaría a Reino Unido un 2,2% del PIB, hasta 2030, según el 'think tank' Open Europe.
En el caso de que sean los laboristas los que consigan formar gobierno, la amenaza de salida no desaparecería. Miliband necesitaría al Partido Nacional Escocés para gobernar y Sturgeon podría poner como condición la celebración de otro referéndum sobre la independencia de Escocia. Un voto a favor de la independencia aumentaría las probabilidades de una consulta sobre la permanencia de la UE en Inglaterra, donde podría ganar el "no", mientras que en Escocia se votaría por permanecer en Europa.
PÉRDIDA DE PESO INTERNACIONAL FUERA DE LA UE
En el mundo globalizado actual Reino Unido pierde peso a nivel internacional cada vez que se aleja de Europea. Su relación especial con Estados Unidos cada día es más débil, no solo por sus recortes en defensa (de 102.000 a 82.000 militares y una Armada sin portaaviones en funcionamiento) sino también por esa pérdida de influencia en Europa.
Un poder cada día menor en política exterior donde el peso del liderazgo negociador con la Rusia de Putin para pacificar Ucrania lo han llevado Alemania y Francia. Y a nivel económico la referencia para todos los líderes mundiales es Angela Merkel porque Reino Unido no está en la moneda única ni está representado en el Eurogrupo.
Londres no parece dispuesta a pagar el precio de mantener relaciones con la UE, lo que exige participar en sus instituciones, o con Washington, que le obliga a alinear su postura militar con Estados Unidos. Ese punto de equilibrio e influencia que Reino Unido ha mantenido entre las dos orillas del Atlántico podría perderlo si finalmente se aleja de Bruselas, algo a lo que los británicos no parecen dispuestos a renunciar.
Según la encuesta de Populus, el 39% de la población está a favor de dejar al UE frente al 40% con ganas de quedarse. Sin embargo, consuela saber que el 47% de los más jóvenes (entre 18 y 44 años) apostarían también por la unidad con Europa.